Wonder Dad and Super Daddy

La fiesta de Sid

Kenny llegaba en su auto viejo a la casa que alguna vez perteneció a Liane Cartman, quien hacía años se había mudado con un novio que encontró en internet, heredando todas sus pertenecías y mandándole dinero a su hijo para que se mantuviera por su cuenta, cosa que a Cartman no le gustó mucho al principio pero luego de casarse y conseguir que lo mantuvieran no le importó mucho, sin embargo, luego de su divorció donde casi pierde su casa para hipotecarla sus amigos decidieron mudarse con él y entre los tres pagarla, ahora, legalmente es de Stan, Kyle y Cartman pero él sigue pensando en su cabeza que sus dos amigos son unos arrimados.

—Ey amigos, ¿Listos para que les parta el culo en el póker? —Preguntó el rubio sacando una vieja baraja con cartas.

—No estamos tan viejos como para jugar con eso—Protestó Kyle negando sus cuarenta.

—Vamos judío, ¿te da miedo que te quite tu sueldo de mierda? —Lo vaciló el castaño.

—Sienta tu gordo trasero que te voy a dejar más en la quiebra de lo que ya estas—Ante esto Stan solo bebió un sorbo de su cerveza y se agarró el puente de su nariz.

A pesar de los años y los desacuerdos los cuatro habían permanecido igual hasta la adultez, incluso diría que seguían haciendo cosas surrealistas sino fuera que aquellas cosas ya no eran un desmadre, sino que ahora lo hacían para el bien de las personas mientras usaban una máscara, ocultando de esta manera sus patéticas vidas.

Estaban a punto de empezar una partida cuando el timbre sonó insistente por lo que todos miraron a Stan quien palideció, dándose un golpe en la cabeza.

—Mierda, es Wendy.

—Lo sabemos hermano, parece que de nuevo olvidaste que hoy traería a Sid. —Le recordó Kyle mientras lo veía tomar valor y abrir la puerta.

—H-hola Wen...

—Y como siempre se te olvida que hoy traía a tu hijo—Lo reprendía la pelinegra, vestida como una abogada de renombre que era.

—N-no es cierto, solo que estaba en el piso de arriba. —Intentó ocultar su olvido a lo que ella rodó los ojos.

—Stan, tienes una cerveza en la mano, este vestido como un vagabundo y el auto de McCormick está afuera—Simplemente le entrega el bolso de su hijo el cual tenía a un toolshed dibujado—Me voy, a diferencia de ti, tengo un trabajo importante que hacer. —Le dio un beso a su hijo quien estaba acostumbrado a esta escena y se fue a su lujoso auto.

Tanto Stan como Sid se miraron dejando un momento bastante incomodo entre padre e hijo.

—Emm pues...—Intento hablar por tercera vez sin éxito.

—Tranquilo papá, iré a buscar a Alex mientras ustedes juegan—Y sin más tomó su mochila y se fue a buscar a su mejor amigo.

—Mierda— Entró mientras tomaba más rápido de su cerveza.

...

Alex siempre fue muy tímido e introvertido, su padre dice que lo heredó de su madre a pesar de que los pocos recuerdos que tiene de ella es que era una mujer que vestía con escotes y faldas cortas sin pizca de vergüenza, casi vulgar, y más que nada que era una mujer que nunca mostró amor genuino por su padre ni por él, para ella todo parecía una "simple investigación". Es por esa timidez que al principio fue bastante molestado en clase hasta que Sid llegó y lo ayudó, defendiéndolo y volviéndose su mejor amigo, además de que como sus padres también eran mejores amigos ayudó a que su relación se volviera casi como de hermanos.

Sin embargo, Alex tenía un pequeño secreto y era su super inteligencia al punto de comprender hasta los problemas más difíciles, pero eso no era lo que más le llamaba la atención, sino más que nada los inventos. A Alex le encantaba hacer pequeñas construcciones que solo le mostraba a su padre quien siempre lo animó a más, incluso llegando a comprarle muchas cosas que pedía sin preguntar, y era justo esas cosas que pedía lo que poco a poco lo ayudaban a armar su más grande invento que estaba haciendo para impresionar a ese alguien que amaba, con la esperanza de ser correspondido.