Wonder Dad and Super Daddy

Tornado

Su nariz estaba igual de roja a su cabello gracias al frio del día, había quedado de encontrarse con Henry en medio del bosque justo después de la revelación de Burn Out. Su estómago aun dolía al pensar que había traicionado a sus amigos y compañeros de clase, pero cada vez tenía más claro que para ellos él nunca sería un héroe solo por su falta de super poderes, realmente quería sentirse querido y ayudar, pero esa indiferencia hacía que algo en su corazón se apretara con ira que no sabía que podía tener, una ira incluso más fuerte que la que tuvo cuando vio a su padre llorar por la huida de su madre.

Por suerte, Henry estaba ahí.

Fue gracias a Henry que se dio cuenta que su padre era Human Kite y que todos los adultos a su alrededor también eran héroes, si bien al principio se emocionó poco a poco reflexionó sobre la realidad de las personas tras las máscaras; el moralismo que mostraban en realidad solo se limitaba al público, como si fueran actores en un gran escenario y en el mundo real eran personas rotas llenas de defectos. 

Entonces su amigo por correspondencia (ya que no podían verse en persona muy a menudo) le mostró como no debía ser tan recto como Kyle quería que fuera, que su pasividad solo le había traído problemas y soledad, él le mostró una nueva forma de ver el mundo más allá del bien y el mal sino más bien una escala de grises, él, junto con Henry, ya no querían ser héroes.

Querían ser antihéroes.

No conocía muy bien a Ternt Boyett pero veía como trataba a Henry más como un padre de lo que lo hizo el tío Cartman, por ello confió en él para ser parte de su plan, incluso aunque sintiera que no había contado toda la historia aquel hombre.

—Lo siento por la tardanza, ir encima de un escarabajo robótico te jode un poco el culo—Dijo el chico de cabellos castaños, riendo divertido al ver el ejército de mini robots ir hacía las casas del pueblo—¿Son lindos no? Gracias por ayudar a configurarlos para esto.

—De nada, seguro que harán sudar a más de uno—Dio una leve risa igual.

—Entonces, ¿para qué querías verme aquí? No sé si sepas que Denver está por allá—El pelirrojo se tomó las manos entre sí y se mordió el labio.

—Henry... hemos sido amigos por al menos 8 años, ¿no? —Empezó diciendo y el castaño alzó una ceja.

—Si, algo así, ya te he dicho que si no fuera por el idiota de Marsh yo sería tu mejor amigo. Espero que lo cuides bien porque un día tropezará y caerá por un barranco—Sonrió ante la idea de ver morir a su peor enemigo. —Pero tú siempre andas de marica con él así que no hay nada que hacer.

—Sabes que no me gusta Sid de esa manera, odio cuando las personas dicen que parecemos novios porque para mí es como mi hermano, tú también lo sabes, ¿cierto?—A pesar de la brisa fresca, sintió calor por todo su rostro.

—Ajá, ¿qué hay con eso? —Se cruzó de brazos.

—Recuerdo cuando aún vivías aquí, teníamos 4 años y para ese entonces ya nos dejaban de lado en los juegos porque yo era muy débil y tú por ser gordo.

—¡Soy de contextura gruesa! Es herencia del idiota de mi padre, es lo único que me va a dejar el viejo ese. —Regañó y el contrario dio una carcajada que lo hizo relajarse un poco.

—Ahí empezamos a hablar y nos contábamos sobre el desastre que eran nuestras casas con un padre ausente y el otro demasiado ocupado para notarnos.

—Tu con tu mommy issues y yo con mi daddy issues, ajá.

—Luego te mudaste y me sentí solo, Sid siempre ha sido más social que yo y aunque siempre estaba a mi lado me sentía fuera de lugar cuando hablaba con la gente. Pero luego volviste para quedarte una semana de vacaciones y cuando por fin nos dejaron jugar a los quemados fui al primero que golpearon y tú en respuestas tacleaste al chico que lo hizo.