14.

1.1K 208 57
                                    

𝖄𝖎𝖇𝖔

- ¿Puedes caminar?

- Sí, solo me duele un poco. Ese bicho me apretó muy fuerte.

Habíamos continuado nuestro camino con la esperanza de encontrar a Zi Yi y a Cheng. Zhan intentaba localizarlos con sus sentidos pero era imposible, extrañamente todo estaba muy silencioso y ni siquiera se escuchaban los gritos de los demás novas o algún rugido de los halums.

Esa paz en vez de tranquilizarme me puso más tenso al creer que lo que le seguía sería una tragedia. Se me hizo un nudo en la garganta cuando pensé en que no lo conseguiríamos, todo era muy complicado y lo único que obteníamos era meternos en más y más problemas.

Miré el perfil de mi acompañante con una gran tristeza en el corazón. Él lo estaba dando todo por mí y por mantenerme con vida arriesgando la suya, justamente eso era lo que me perturbaba, que por mi culpa lo matasen. Las palabras de Yang Yang seguían dando vueltas como buitres esperando a que el búfalo se muriera. Los primeriors no tendrían compasión con él ni con Cheng si llegaran a encontrarlos.

Cualquier vampiro podría estar escondido entre la maleza y, al vernos juntos y sin que Zhan me atacase, daría la voz de alarma enseguida. Quizás eso ocurrió con los demás y ahora Zi Yi estaba muerta y Cheng siendo torturado hasta que también muriera.

Mi cuerpo reaccionó a mis pensamientos y me puse a temblar con lágrimas en los ojos. ¿Y si sucedió eso y estábamos buscando dos cadáveres?

- Yibo... - me llamó pero no respondí. - Yibo... - volvió a hacerlo. - A-Yi - me tomó del brazo obligándome a mirarlo de nuevo. - ¿Qué te sucede?

Su preocupación por mí hizo que me sintiera peor de lo que estaba. Yo también me sentía muy preocupado por lo que pasaría y sabía que, por mucho que intentara convencerlo en un futuro de que me dejase si todo salía mal, él no lo haría.

- A-Zhan... tú siempre cumples tus promesas, ¿cierto? - asintió un poco desconcertado. - Quiero... que hagas una conmigo.

- ¿Cuál?

Reflexioné sobre cómo decirlo sin que se enterara y no sospechara. Me limpié las lágrimas con un plan en mente y sonreí guardando la pena en un cajón con llave para volver a liberarla más tarde.

- Que siempre harás lo que yo te pida - dije en un tono juguetón.

- ¿Y por qué?

- ¿Cómo que "y por qué"?

- No entiendo porque tengo que hacer lo que quieras.

- Ja. ¿Me besas y ahora me rechazas?

- ¿Qué tiene que ver esta promesa con el rechazo?

- Déjalo - fruncí el ceño mosqueado caminando más rápido.

- A-Yi... A- Yi, espera - volvió a retenerme. - Está bien, te lo prometo: haré siempre lo que me pidas.

- ¿De verdad? - sonreí de lado obteniendo mi objetivo.

- Sí.

Suspiré y quise comprobar que tan obediente era.

- Entonces... bésame.

- ¿Qué?

Nuestras miradas se encontraron y aumentaron de intensidad a medida que me acercaba a él. Su sorpresa pronto quedó rebajada por el deseo y su boca se entreabrió al igual que la mía. Estábamos a centímetros el uno del otro cuando me detuve, Zhan estaba esperando a que redujera la distancia pero no lo haría.

𝐸𝐿 𝐶𝑂𝑁𝐷𝐸 𝑍𝐻𝐴𝑁 (𝒁𝑯𝑨𝑵𝒀𝑰) /FinalizadaWhere stories live. Discover now