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𝖅𝖍𝖆𝖓 (1401)

Era una noche hermosa y llena de nostalgia. No podía parar de pensar en mis padres ni en mi hermana pequeña, y sabía que Cheng tampoco ya que se encerró en su estancia sin querer hablar con nadie. Yo iba a hacer lo mismo pero tenía ganas de caminar y ver el patio que tanto cuidaba el Señor Hao.

Abandoné la mansión notando la luz de la Luna en cada espacio del lugar, casi parecía de día. Quería ir a la fuente del jardín delantero para observar al ángel majestuoso, el cual siendo puro tenía las alas negras del diablo. ¿Yo sería igual? ¿La estatua estaba realizada a mi imagen y semejanza? ¿Era un diablo? ¿Un monstruo?

Continué andando hasta que oí unas voces y risas, las conocía tan bien que hasta se hacía molestas escucharlas a todas horas, aunque en realidad estaba exagerando ya que traían algo de normalidad a nuestra vida.

- A-Ke - escuché decir a Yang Yang.

- Suéltame.

- No lo voy a hacer.

Luego se oyó un chisporroteo del agua de la fuente a dónde me dirigía y más risas.

- Me has empapado entera - se quejó.

- Te lo tienes merecido.

- Le voy a pedir al Señor Hao que en la próxima caza no te deje ir - le amenazó.

- Oye.

Negué con la cabeza y decidí entrar en la escena para poner algo de orden, además estaban haciendo mucho ruido y si mi hermano se enfadaba con ellos no me gustaría estar allí presente.

Di un paso para acercarme cuando el sonido de un coche de caballos nos hizo a los tres mirar hacia la entrada. Siempre dejábamos la verja abierta ya que no solíamos recibir visitas y justamente por allí entró un carruaje que nunca había visto antes pero que A-Ke parecía reconocer.

Fuimos a la puerta principal de la mansión donde el Señor Hao ya esperaba a que quien fuera que estuviera dentro bajase. No tardamos mucho en descubrir su identidad porque salió casi enseguida.

- ¿Hermano? - preguntó extrañada.

- Hu An Ke - saludó secamente.

- ¿Qué hace aquí, Joven Hu? - fue el turno del hombre.

- Vengo a llevar a mi hermana de vuelta al castillo.

- ¿Ya? - la pregunta salió de la garganta de mi amigo rápidamente.

- Pero... llegué hace pocos días. Todavía no quiero marcharme.

- An Ke, dentro de poco se celebrará una nueva cacería y padre quiere que vuelvas, no te atrevas a desobedecer su orden.

- Pero...

- An Ke - su tono era amenazante.

- Relajémonos, por favor - el señor lo tranquilizó. - En unas horas amanecerá por lo que sería mejor que os marcharais mañana por la noche. ¿Lo ve bien, Joven Hu?

- Mm, lo veo factible. Así puedo conversar con usted sobre unos asuntos que le preocupan a mi padre.

- De acuerdo, pase - le hizo un gesto para que entrase.

No me caía bien ese primerior pero intentaría hablar con él y ser su amigo. Quizás era frío por fuera pero podría no ser tan duro por dentro, debería descubrirlo.

- No deseo marcharme, ¡no quiero ver esa maldita cacería!

- Baja la voz, A-Ke - le advertí. - Podría escucharte y no creo que sea beneficioso.

𝐸𝐿 𝐶𝑂𝑁𝐷𝐸 𝑍𝐻𝐴𝑁 (𝒁𝑯𝑨𝑵𝒀𝑰) /FinalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora