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𝖄𝖎𝖇𝖔

Mi cabeza daba vueltas como una peonza y mis pasos eran inconstantes, era un milagro que no me hubiera caído ya con todas las piedras y ramas que había en el suelo.

Escuchaba mucho alboroto detrás de mí a muchos metros de distancia, tenía miedo de que algo le pasara a Zhan. Los rugidos eran claramente unos de lucha, podía imaginarme sin ninguna imperfección las garras arañando y los colmillos mostrándose para ver quién era más fuerte.

Quería volverme y pelear codo con codo con él, ¿pero qué haría yo? Solo estorbar y hacer que nos mataran a los dos.

Los primeriors me quieren, no sé el motivo pero sé que tras esto harán lo que sea para capturarme. Por eso mismo sé que no asesinarán a Zhan, mientras lo tengan saben que yo iré a por él.

Paré de repente mi avance cuando no escuché nada más, la pelea pareció terminar y no creo que haya acabado a favor de mi novio.

Se me hacía raro llamarle así pero me alegraba.

La anemia me debilitaba pero todas mis fuerzas se concentraron en mis piernas para hacerme correr lo más rápido posible. Si lo habían derrotado ahora vendrían a por mí.

Estaba casi completamente cubierto de sangre, tanto mía como la de Zhan, y las marcas que dejaron sus dientes en mi cuello aún no se cerraban. Ya no sangraba tanto pero de vez en cuanto notaba mi líquido vital salir de ellas.

Corrí lo máximo que podía buscando la esperanza que me proporcionaba llegar con Jiacheng y el Señor Wu. Esperaba de veras que me ayudasen y no fuera todo una trampa.

A pocos pasos por delante de mí vi un muro con verjas en la parte superior que rodeaba el terreno del castillo.

Estaba muy cerca de poder salir.

Mi corazón se ilusionó con la idea de que escaparía de esa maldita pesadilla y de los guardias que seguro me estaban persiguiendo.

Mi felicidad fue interrumpida por un sonido a mis espaldas. Miré hacia atrás y no había nadie, por eso me atreví a hacerlo hacia arriba, hacia las copas de los árboles.

En lo más alto vi dos puntos rojos y brillantes que me vigilaban, me habían encontrado y no tardarían mucho en atacarme. Continué más veloz que antes y gateé para pasar por el hueco de la muralla.

Estaba casi afuera cuando una mano me agarró de la pierna y tiró de mí con la intención de arrastrarme hacia el interior. Para que no me llevara hice un gran esfuerzo con mis brazos sujetándome de los ladrillos que formaban la construcción.

Él era el triple de fuerte que yo por lo que no esperaba aguantar mucho más. Sin embargo no podía desistir y permitir que me capturasen, se lo debía a Zhan, a Cheng y a Zi Yi. Ellos lo arriesgaron todo para mantenerme con vida, incluso mi amiga murió para salvarme así que no puedo tomarme la libertad de caer en sus garras.

Un fuego creció en mi interior volviéndome más fuerte. Apreté mis dientes echándome hacia delante y le golpeé con mi pierna libre logrando que me soltase. Repté por el suelo hasta estar en el otro lado y, sin ni siquiera voltearme, me puse de pie y seguí con la maratón.

Fueron cincuenta metros, o quizás más, los que recorrí hasta que me mareé y caí de rodillas hiperventilando. Mi vista estaba tan borrosa que mis manos se confundían con la tierra, siendo casi lo mismo.

Mientras me recuperaba perdí mucho tiempo, mejor decir que todo el que disponía. Sus uñas se clavaron en mis hombros obteniendo un grito por mi parte, noté todo su peso contra mí a la par que mi cara chocaba contra las hojas caídas.

𝐸𝐿 𝐶𝑂𝑁𝐷𝐸 𝑍𝐻𝐴𝑁 (𝒁𝑯𝑨𝑵𝒀𝑰) /FinalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora