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Narrador omnisciente:
-Neville! Que ha pasado!?- dijo la pelirroja alterada al ver al chico tan preocupado.

-Es Tara...- dijo cansado pues tenía que encontrar a Ginny como fuera y le costó un buen rato llegar hasta ella.- Esta en enfermería.

La pelirroja y Neville no hablaron más y fueron directamente donde se encontraba la chica. Al llegar, madame Pomfrey se acercó a ellos.
-Si?- preguntó.

-Venimos a ver a Tara Jones...- dijo el chico a lo que la enfermera les dejó pasar.

-Mamá mataría a quien le haya hecho esto.- dijo Ginny tomándole la mano a la chica que se encontraba descansando en ese momento.- Que le han hecho?- preguntó mirándola.

-Ha sido en clase de artes oscuras...- dijo el chico sentándose en la silla que había al lado de la camilla.

-Esto se está yendo fuera de control.- dijo la pelirroja.- Debemos hacer algo.
-Y que quieres hacer?- predict o Neville mirando a la chica que aún tenía los ojos cerrados.

-Volveremos a creas el ejército de Dumbledore.- dijo muy convencida Ginny.- Seguro que muchos quieren unirse ahora que Snape está como director.

-Tu crees que funcionara?- preguntó algo dudoso Neville.- No quiero que vuelvan a hacerle daño...- miró a Tara.- O a ti, no quiero que nadie salga herido.

-Y no saldremos, Neville, tenemos que hacer algo, no pienso dejar que nos pisoteen. Somos Gryffindors, recuerdas?

El chico suspiró hondo para mirar a la pelirroja.
-Bien, puedes empezar a preguntarle a gente de confianza si quieren volver a formar el grupo. Yo me quedaré aquí si no te importa.

Ginny miró a su amigo y después miró a Tara.
-Seguro que se pondrá mejor.- dijo con una sonrisa para marcharse.

Ahora solo quedaban Neville y Tara, solos.

El chico no sabía que podía hacer, lo que tenía claro es que no se iba a alejar de la chica por mucho que se lo pidieran. Sin embargo se estaba aburriendo, así que empezó a observar la decoración.

-No puedo creerlo.- dijo levantándose y dirigiéndose hacia una de las plantas que había en enfermería.- Por qué te tienen tan mal cuidada?

La planta casi estaba marchita y seca, por lo que el chico tomó un vaso de agua que había cerca de él y la regó.
-Mucho mejor.- dijo orgulloso.

Cuando Tara abrió los ojos, vio a Neville de espaldas hablando con la planta.

Le dolía todo el cuerpo pero aún así, no dejaba de mirarlo y de parecerle una ternura.

-Y ahora...un poco de luz.- dijo el chico moviendo la maceta para que la planta tuviera luz del sol.

-Cada día me impresionas más.- soltó de repente la chica a lo que Neville la miró algo asustado.
-Tara, e-estas bien!?- preguntó dejando todo lo que estaba haciendo y colocándose a su lado.

-Gracias a ti.- dijo con una sonrisa débil.

Neville sonrió tímidamente al mismo tiempo que el sonrojó subía por sus mejillas.
-Me alegro que estes bien.- dijo con algo de vergüenza.- No soportaría que te hubiera pasado algo.

-Sabes? Esto me recuerda cuando t estabas en esta situación...- empezó a decir la chica.
-Qué?- preguntó el chico.

-Si...ahora es cuando tú empezaste decir... Tara, siempre te he encontrado interesante...- dijo la chico a lo que Neville miró a otro sitio por la vergüenza.- Y ahora es cuando te empezaste a acercar.

El chico miró a Tara quien tenía una sonrisa divertida en el rostro.
-Vas a recordar eso siempre?- preguntó con la esperanza que dijera que no.

-Siempre.- terminó la chica para acercarse a él.

Neville aún no reaccionaba cuando sintió los suaves labios de la chica en los suyos, pensaba que estaba soñando o algo parecido, era como si sintiera una explosión dentro de él y como si el tiempo solo pasara a cámara lenta.

Por qué si. Estaba besando a Tara Jones, la chica de la que lleva enamorado desde que la vio por primera vez.

Fue al principio un beso ideal, casi incorpóreo, tomado con el aliento, la sorpresa pero, al pronto, el indeciso contacto acabó por despertar los sentidos del chico, y finalmente pudo corresponderle de la mejor manera posible.

Por un instante, Tara reflexionaba con su conciencia, mentalmente se hacía reproches por haber dado oídos al amor; otros momentos parecía complacerse en los recuerdos que su memoria iba recordando... y pudo darse cuenta que los gestos de Neville habían sido de extraordinaria delicadeza, fue el único que, al dirigirse a ella, no tuvo en cuenta exclusivamente su belleza, no cabía duda de que le parecía, no hermosa, sino hermosísima; pero jamás se lo expresó con descaro ni se permitió atrevimientos de mal gusto...

Sus besos eran tan...respetuosos y tímidos que hacía que la chica se derritiera más ante él.

Al separarse por la falta de aire, el chico la miró detenidamente con el rosado de sus mejillas.
-Wow.- dijo a lo que Tara soltó una carcajada.

-Tara...siento mucho lo que pasó ese día.- empezó a decir Neville.- Enserio me gustas y no podría hacerte daño.

La chica se sorprendió por lo directo que había sido pero no pudo evitar sonreír.
-Esta bien, tampoco tenías la culpa de nada... solo que a veces, me avergüenzo de quien soy.- dijo mirando a otro lado.

-Yo creo que eres asombrosa.- soltó Neville.

A esos instantes, la chica no podía estar más sonrojada ante tal cumplido. Miró al chico y le tomó la mano.

Podía ser que finalmente tuvieran un bonito final después de todo...o no?

between stumbles (Neville Longbottom) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora