propuesta

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seis años después...
Narrador omnisciente:
Neville se encontraba fuera del apartamento.

Lo había hablado, practicado y practicado unas cincuenta veces como mínimo.

Al entrar, se escuchó un "al fin vuelves!" que hizo que el chico sonriera con algo de ternura.

Fue al cuarto donde tenían el escritorio y todo lo del trabajo, tanto para el chico que ahora era profesor de herbologia como la chica que ahora era entrenadora del equipo profesional de quidditch.

-He traído lo que me habías pedido.- dijo el cho o dándole un beso en la cabeza para dejar los refrescaos que acababa de comprar en la nevera.

-Eres mi héroe, lo sabías?- dijo Tara desde la habitación.

La chica preparaba nuevas jugadas y tácticas pues si equipo había llegado a la final y tenían que ganar como fuera.

Neville por otro lado, fue a lavarse la cara antes de hacer lo que tenía pensado hace tiempo.

Lo había consultado con sus padres y aunque no le habían dado una respuesta clara, las únicas palabras que le dijeron fueron "estamos orgullosos de ti." por parte de su padre y " sigue tu corazón." por parte de su madre con una sonrisa.

Lo había decidido.

Tara era la chica con la que quería pasar toda una vida. Llevaban seis años saliendo como pareja y el chico creía que era el momento para pasar al siguiente nivel.
-Cariño...- empezó a decirle el chico.

Tara sin embargo no lo miraba.
-Si pongo al cazador uno junto con el golpeador no se esperarán que ataquemos por sorpresa!- dijo la chica.- Ya lo tengo Neville!

-Q-que tienes?- preguntó algo confundido y nervioso, si, allá chica aún conseguía sacar todos los nervios del chico.

Al entrar en la habitación para ver lo que Tara estaba haciendo se tropezó con una caja cayendo al suelo y tirando el anillo que se le resbaló de las manos.
-Oh no...- dijo preocupado el chico.

-Oh si!- gritó la chica quién estaba demasiado concentrada en su trabajo.

Ahora Neville se encontraba cuál perrito buscando el anillo por el suelo. Solo imaginar que Tara lo encontrará primo antes de pedírselo...no!

Ese momento tenía que ser perfecto.

-Donde te has metido...- se dijo para si mismo mientras miraba por debajo del escritorio.
-Que buscas cielo?- preguntó la chica que ahora lo miraba algo curiosa.

-Sigue con lo tuyo, solo estoy buscando algo.- dijo restándole importancia.

Tara entrecerró los ojos y siguió con su trabajo mientras que el chico seguía buscando la joya del suelo.

Neville abrió los ojos al ver que el anillo se encontraba debajo de las piernas de la
chica.

Por qué todo debía ser tan complicado?
-Oye cielo, no crees que deberías tomarte un descanso? Llevas trabajando mucho.- le empezó a decir el chico.

-Pero si me acabas de decir que siga trabajando...- dijo la chica algo confusa.- Pero esta bien, iré por algo de comer, quieres algo?

-Claro!- dijo algo nervioso el chico.

Cuando Tara se fue, rápidamente tomó el anillo que se encontraba justo debajo de la mesa, y como todo no podía ir perfecto, el chico no calculó bien y se dio con la cabeza en la mesa, provocando que el café que estaba bebiendo la chica se cayera encima de las hojas manchándolas completamente.

-No, no, no...- empezó a decir el chico.

Primero guardó el anillo en la pequeña ceja donde venía y se lo guardó en el bolsillo de su chaqueta la cual estaba manchada.
-Neville? Merlín que ha pasado!?- preguntó la chica algo confundida.- Te encuentras bien?

-Lo siento yo no...tu trabajo...- empezó a decir el chico pero Tara se agachó para quedar así altura.
-Me importa una mierda mi trabajo, te encuentras bien?- dijo preocupada.

-Yo si, pero tus papeles...todo está manchado.- dijo con lástima.- Siento que sea tan torpe.

Tara sonrió.
-Da la casualidad que tengo copias guardadas, no te preocupes por estos papeles. Solo son estúpido papeles...

Neville se preguntaba que había hecho para merecer a una ch is como lo era Tara.
-Por cierto, que me querías decir antes?- preguntó tomando las galletas y entregándole una al chico que la aceptó gustosamente.

-Ah si...veras...- dijo mirándola.- Si, em...yo...- empezó a decir pero verla tan cerca, mirándole fijamente esperando su respuesta con ansias... hizo que se acobardara.- Que te parece si vamos a comer algún restaurante? Hace tiempo que no salimos...

-Me encantaría! Es una gran idea, cuando?- preguntó algo emocionada.

Neville no tenía nada planeado así que por las prisas solo se le ocurrió decir lo primero que se le vino por la cabeza.
-Hoy mismo!- dijo levantándose.- Que dices?

-Claro, solo deja ir a cambiarme y tu...también deberías.- dijo riendo mirando la mancha.

Neville rió al igual que ella y se cambio la chaqueta y se colocó otra mientras la chica se vestía con rapidez.

Cuando ambos estaban listos salieron de casa, y Neville solo pensaba en que a lo mejor...

Podría pedirle matrimonio en el restaurante, donde sería muy romántico y especial, donde siempre lo recordará.

Sería perfecto.

between stumbles (Neville Longbottom) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora