◈【1】◈

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— Esto no tiene sentido. — HyeongJun pasó las páginas del libro con la pasta azul hasta cerrarlo completamente.

Sus pies cubiertos por calcetines tocaron el frío piso y el pijama de color rosa pastel llegándole un poco más arriba de las rodillas se meneó sutilmente.

Revolvió sus rizados cabellos y suspiró mirando por la ventana.

Estaba quedándose en un cuarto mediano, con buena iluminación y una planta en la esquina, la cual rociaba con agua al verla seca.

Caminó de puntitas llegando a la cocina y se sentó verificando la hora. SeRim no iría al trabajo y se duchaba en silencio. A veces le sorprendía la falta de sonido que poseía la casa en que vivían.

— Buen día, HyeongJunie. — Allen puso un plato lleno de frutas enfrente de él.

— ¿Por qué siempre hace tanto silencio?

— Porque... Sí. — Se secó las manos con un trapo— No hay mucho que decir aquí.

— Son una pareja aburrida. — Declaró honesto— No sé cómo son felices así, mis padres hacen ruido con sus estruendosas carcajadas día y noche. — Tragó un trozo de fruta— ¿Si quiera son felices?

— ¡Por supuesto que sí! — Tembló con los ojos abiertos— Llevamos cinco años juntos y así seguirá siendo.

— Un lazo puede romperse.

— No, no es verdad. — Chilló. — Ningún imbécil romperá nuestro lazo, somos uno y...

— Si SeRim muerde a otro omega y tú eres marcado por otro alfa, el problema estará resuelto.

Allen era un precioso omega de ojos castaños y cabello rubio, algo delgado y con un increíble sentido del hogar.

Nació en Taiwán, creció en los ángeles y se mudó a Corea del sur. Era inteligente y cálido.

— Estoy listo. HyeongJun, ¿Irás así? — SeRim interrogó al menor. — Es invierno, mi hermano me matará si pescas un resfriado.

— Me cambiaré enseguida, tío.

Una semana entera ahí dentro y juraba que no soportaría un día más sin ver a sus padres y a su hermana.

Recibía mensajes de texto cortos de ellos, pero nada específico y se mortificaba a sí mismo sin saber qué hacer.

En cuanto estuvo frente a las grandes puertas inhaló profundamente y una suave brisa lo abrigó al ser estas abiertas.

— Qué bueno que llegas, Mark no deja de sollozar. — YukHei lo recibió con una mirada inexpresiva.

— ¿Para qué enviaste a esos idiotas acá? No era necesario, llevan años lejos. Estaban mejor muertos.

— Los encontré en China y sus nombres me sonaron. — Elevó los hombros— Juntar pistas no fue buena idea, tuve que tomar un vuelo y dejar a mi esposa en casa.

— No es bueno desenterrar muertos, tú deberías saberlo. — Bufó quitándose el abrigo y dejándolo sobre un sofá— Dales algo de tomar a SeRim y Allen, han cuidado de mí estos días.

— No soy tu sirviente, HyeongJun.

El pequeño omega se giró sobre los talones y lo apuntó con un dedo.

— Escucha, tonto alfa, voy a solucionar tu desorden causado y, cuando era la tía Roseanne la que te pedía cualquier cosa no te quejabas.

— Ella es diferente, se equivocó, pero recibió ayuda. Es feliz y tiene una gran familia, HyeongJun.

𝐒𝐓𝐀𝐘 ◈【MiniSong+ SelLen 】◈Where stories live. Discover now