◈【24】◈

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Los suaves quejidos de dos bebés llegaron a sus oídos y sonrió con los ojos cerrados, estirándose en la enorme cama que compartía con su alfa.

— Buen día, dormilón— SeRim besó la comisura de sus labios con encanto

— Buenos días— Bostezó abriendo los ojos lentamente— ¿Tienen hambre?

Los mellizos solían ser sincronizados para absolutamente todo, incluso para la hora del desayuno eran exigentes, especialmente MinJu.

— Sí, por eso están quejándose un poco.

Allen se puso de pie poniéndose sus lindas pantuflas y se movió al cuarto de al lado, donde dos preciosos bebés de un mes de nacidos lo recibieron con leves pucheros

— ¡Llegó papá Allen! — Rió en cuanto ellos notaron su dulce olor y se calmaron enseguida.

Era difícil saber a quién querían más... Usualmente cuando estaban desesperados las feromonas de SeRim detenía cualquier cosa, pero en cuanto sentían a Allen un suceso diferente ocurría: Los bebés se maravillaban

Le hacía feliz saber que dos seres tan pequeñitos pudieran tener tanto amor en el sistema por SeRim y por él.

— ¿Te ayudo, cielo?

— Nop— Negó cargando a MinJu, la mandona.

JungMo tenía un poco de paciencia a la hora de esperar... Podía notar a su hermana comer y se calmaba distrayéndose con lo que fuera para hacer el tiempo menos eterno

— Pero debemos bañarlos, vestirlos y ordenar— El alfa frunció el ceño

— Cielo, sé que no quieres despegarte de los bebés ni un segundo, pero alguien debe trabajar para mantener esta casa— Le explicó por décima vez en la semana.

SeRim empezaría a trabajar de nuevo y eso lo tenía jodidamente loco. No quería ni creía poder irse unas cuantas horas y dejar a sus pequeños (Incluyendo a Allen) Y no sabía si era a causa de ser alfa y por tanto celoso o si estaba sufriendo de esa debilidad familiar por los hijos.

Porque así eran los de la manda con sus cachorros: Protectores y estúpidos. Estaba seguro de que si en unos años los mellizos le pedían un castillo ¡Él se los daría! No dudaría un segundo, en serio.

También le atemorizaba pensar que Allen haría el resto de cosas solo, siendo que se turnaban para todo, incluso cambiarle los pañales y sin él en casa la alternativa que le quedaba eran TaeYong y JaeHyun.

— Llamaré a TaeYong y a Jae, ellos te ayudarán en lo que puedan y no estarás esforzándote demasiado.

— Es una buena idea, tráelos al salir.

El pelinegro hizo una mueca tomando su maletín e irguiendo los hombros... Ocho horas de trabajo, podría sobrevivir, ¿Verdad?

— Podrás— Allen confió en él plantando un beso en su boca— Eres el mejor papá del mundo, SeRim.

— Necesitaba de eso— Admitió con mariposas en el estómago— Si quieres ayuda, no dudes en llamarme, ¿Okey?

— Ya lo sé, vete antes de que se te haga tarde— Empujó al mayor a la salida— Te esperaremos pacientemente.

— ¡Te amo! — Sacudió la mano como despedida

— ¡Yo a ti!

Minutos después el sonido de la puerta siendo abierta y TaeYong y JaeHyun ingresando por ella con una sonrisa de oreja a oreja lo hicieron dar la vuelta ligeramente

Estaba acostumbrado a verlos la mayoría del tiempo en su casa, eran como sus padres y tenerlos cerca lo hacía sentir menos inútil y primerizo

— ¿Cómo está el rubiecillo más guapo? — TaeYong besó su mejilla— ¿Quieres que prepare el desayuno?

𝐒𝐓𝐀𝐘 ◈【MiniSong+ SelLen 】◈Where stories live. Discover now