𝐒𝐓𝐀𝐘 ◈【MiniSong+ SelLen 】◈

◈【9】◈

— Estoy nervioso, ¿Por qué dicen que son dos? — Allen puchereó revolviendo la comida, desanimado

— Estás mareando los espárragos— SeRim detuvo el movimiento de su tenedor con el propio— ¿Tan malo es que sean dos?

— Creo que lo dicen porque estoy gordo.

— Allen, estás subiendo de peso porque estás en cinta, no esperes menos, ¿Sí? — Arrugó la frente, comprensivo— No luces horrible, luces encantador, deberías gustarte

— ¿Por qué?

— Porque a mí me gustas.

Y el omega sintió rabia, mucha rabia, porque era tarde para decir eso y sentirlo

— No digas mentiras, SeRim. Es jodidamente repulsivo— Escupió con dolor— Tus palabras lindas no harán que olvide que me fuiste infiel con un mocoso

Y vio el brillo en los ojos se SeRim, las gotas saladas saliendo sin control y un asentimiento leve.

Allen podía llegar a sentir lo que él y supo entonces que le ardieron esas palabras.

Era almas gemelas, lastimosamente sentían y sabían lo que pasaba por la cabeza del contrario. A él le habría encantado que SeRim notase lo que pasaba por su corazoncito cuando lo engañaba con WooBin...

— La cita es hoy a las dos, voy a dormir. — Avisó subiendo al segundo piso

Sueño y más sueño; el cansancio excesivo parecía ser su pan de cada día y eso lo irritaba porque estaba acostumbrado hacer todo en la casa y con el embarazo había disminuido fuerzas

A la una y media se levantó, alistó y vistió para ir al doctor. SeRim lo esperaba en el asiento del copiloto con la vista perdida, moviendo constantemente los dedos sobre el volante

— Deberías descansar, te ves horrible

— Lo sé, no he podido dormir últimamente— Suspiró emprendiendo marcha— Quizá una taza de café ayude

— ¿Crees que sea el lazo?

— Sí.

— ¿Por qué yo no manejo?

— Porque no sabes— Frunció el ceño— ¿Quieres aprender? Es aburrido

— Es que... No sé, me da miedo— Se mordió los labios— ¿Y si me estrello?

— Es buena idea hacerlo después del parto, ¿No? Salimos de riegos

— Me parece bien

Bajaron y esperaron en el cuartito pequeño con paredes grises y aparatos que Allen no entendía. El médico revisaba pacientemente, sin despegar la vista del monitor.

— ¿Es necesario que el doctor Lee JeNo esté acá? — Preguntó observando al alfa— La regla dice que solamente pueden entrar dos personas.

— Soy el dueño del hospital, obvio es necesario— Gruñó acomodándose en la silla junto a SeRim

— Mi padre no saldrá, créame... — El pelinegro insistió al profesional— Hagamos esto rápido antes de que empiece con las locuras

Con un carraspeo inició con preguntas, recomendaciones y de repente, rió

— Ya entiendo... Allen estás gordito porque son dos, mira el monitor atentamente, te los mostraré

El omega pasó saliva con nervios... Dos bebés serían muchísimo trabajo y por instinto buscó la mirada de SeRim, que lloriqueaba apretando la pierna de JeNo quien se encontraba igual.