-Primer día

419 56 14
                                    

Un pequeño castaño yacía sonriente en los asientos traseros del auto, mientras Chris, el chófer de la familia Gallagher, conducía a casa de los estos.

— ¿Qué tal su primer día joven Aidan?

— ¡Fue increíble, Chris! Hice varios amigos y mis maestras dijeron que soy muy inteligente.

— Eso es genial pequeño.

El oji-verde asintió energético, de verdad su primer día había sido un éxito, tal y como el director le había prometido a sus padres, las lágrimas del pequeño Gallagher se habían convertido en sonrisas, muchas sonrisas.

[...]

— ¡Mamá!, ¡Papá! —Aidan entró corriendo a la casa en busca de sus padres.

Lauren asomó su cabeza fuera de la cocina ante los llamados de su pequeño que al verla fue corriendo hacia ella, esta lo recibió con los brazos abiertos para posteriormente cargarlo. — ¿Qué tal tú primer día pequeño?

— ¡Fue el mejor día mami!

— ¿Qué son esos gritos?

— ¡Papi!

Rob tomó al pequeño en brazos. — ¿Cómo te fue hijo?

— Bien, muy bien, fue el mejor día de mi vida —sonrío el castaño con entusiasmo.

— ¿De verdad? —preguntó el mayor mientras el niño asintió, ambos padres se miraron satisfechos—. ¿Hiciste muchos amigos?

— Muchísimos.

— Que bueno mi amor, ¿ves?, te dije que te gustaría tu nueva escuela.

Aidan asintió con una sonrisa que parecía que nadie le quitaría de la cara, ambos padres también compartían su felicidad, su pequeño había sobrevivido a su nueva escuela presencial, esperaban y eso no cambiará.

— Bueno, vamos a comer que ya hace hambre.

— ¿Podemos comer macarrones? —preguntó con entusiasmo el pequeño mientras su padre lo depositaba en el suelo, Lauren asintió ante la petición de su hijo—. ¿Puedo ayudarte mami?

— Claro cariño, pero primero ve a lavar tus manos y dejar tu mochila en tu habitación.

Aidan asintió, tomó sus cosas y salió corriendo a hacer lo que su madre había dicho.

En hora buena, el primer día de colegio del pequeño Gallagher había sido un completo éxito.

[...]

— ¡Mírame!, ¡Mírame Trinity!

La rubia reía sin dejar de mirar a su nueva amiga. Silver no dejaba de correr alrededor de Trinity mientras fingía un aleteo con sus manos.

Ambas niñas esperaban que diera el toque que significaba el fin de las horas laborales para poder irse a casa, ya que ambas habían faltado a sus demás clases después de receso debido a una "pequeña" distracción por parte de la pequeña White.

— ¡Sil!

Ambas niñas voltearon al escuchar el llamado, pronto se encontraron con un niño rubio conocido para la susodicha y muy parecido a ella también, sin embargo, desconocido para Trinity quien enseguida frunció el ceño.

𝐻𝑒𝑙𝑙𝑜, 𝐶ℎ𝑖𝑐𝑜 𝐷𝑒 𝑂𝑗𝑜𝑠 𝑉𝑒𝑟𝑑𝑒𝑠 [𝑇𝑒𝑟𝑚𝑖𝑛𝑎𝑑𝑎]Where stories live. Discover now