𝐻𝑒𝑙𝑙𝑜, 𝐶ℎ𝑖𝑐𝑜 𝐷𝑒 𝑂𝑗𝑜𝑠 𝑉𝑒𝑟𝑑𝑒𝑠 [𝑇𝑒𝑟𝑚𝑖𝑛𝑎𝑑𝑎]

-Cursi

Las palabras era pocas las que llegaban a cruzar ahora las que antiguamente era mejores amigas. Ciertamente para sus demás amigas era incómodo estar en medio de esa guerra de silencio, dónde se hablaban a través de sus demás amigas pero nunca entre ellas.

—Sinceramente espero que John gané, se lo merece por el esfuerzo que ha hecho para llegar hasta donde está —admitió la rubia mientras comía su sándwich.

Hoffman giró los ojos, era tan patético. Eso es lo que pasa cuando estas enamorada, te ciegas de las verdades que no salgan de la boca de la persona que hace que las mariposas de tu estómago revoloteen.

—Aidan tiene mejor voz y el si crea sus propias canciones, no anda robando las de otros —le mencionó a Morgan con intención de que Rose la escuchará, y claro que lo hizo pero prefirió hacer como que no.

Y ahí estaban otra vez, la rubia defendiendo a John y T/N al chico de los ojos verdes.

Las demás se miraban entre sí, odiaban tener que estar en medio de esta situación pero ambas chicas habían acordado no hablar con la otra hasta que se disculpara y obviamente ninguna iba a hacerlo, no hasta que saliera la verdad a la luz.

[...]

—¿Podrías terminar de acomodar eso? —señaló el telón

—¿Podrías esperarme? No tengo diez brazos —informó el castaño. Aidan y Dylan se habían ofrecido a decorar para las prefinales.

Y a ser sinceros iba quedando bien, obviamente las chicas iban de vez en cuando a ayudarlos, pues según ellos necesitaban opiniones y diferentes puntos de vista.

—¿Qué pueden decir al respecto? —Aidan dirigió su mirada a la entrada del lugar, Dylan ya se encontraba observando al grupo de chicas. Claro que entre ellas no se encontraban las ex mejores amigas.

El de ojos verdes volvió a lo suyo un tanto decepcionado, Morgan se acercó a él.

—¿Creerías que miento si te digo que lo estas haciendo muy bien? —lo miró inquieto, sabía el porqué pero prefería que Gallagher se lo confirmará.

—¿Sigue molesta?

—Ya te he dicho que no esta molesta, Aidan.

—¿Y entonces por qué sigue evitandome? No entiendo —negó comenzando a conectar algunas luces entre sí.

—Necesita su espacio...

—Tiene casi dos meses desde que necesita su espacio.

—Aún así sigue defendiendo tu espalda a capa y espada.

—Preferiría que hablará conmigo a que me defendiera, sinceramente —volteó a encarar a su amiga.

—Ya lo hará —acarició su hombro en busca de tranquilizarlo.

—Seguire esperando, supongo. Supongo... —su mirada se dirigió a sus manos llenas de pegamento y brillantina—. Debo... debo volver a mis cosas... —señaló tras de sí, la castaña asintió

—Si, tú ve tranquilo. No te quitó más tu tiempo, tal vez más tarde venga a ayudarte.

Él sólo asintió. —Okey —y se fue.

[...]

—Estas dándole muchas vueltas al asunto, tienes dos opciones, o eres directo y le dices las cosas como son o te concentras en tu presentación, faltan dos días. Y no haz siquiera entregado la pista, Aidan.

—Se que no he entregado la pista, pero ella también es importante —replicó, mirando a otro lado.

—Si, es importante. Pero entonces si ella no cede vas a estar carcomiendote la cabeza todo el día y no vas a concentrarte en nadie, ni en nada más. Por favor, amigo. Termina esto y ya después sabrás que debes o quieres hacer, ¿si? Piensa aunque sea dos minutos en ti y en lo que esta en juego —Gallagher lo vio de reojo y volvió su vista a los instrumentos de su habitación, después a su cama y sonrío de lado. Tenía una idea.