-Beso de cumpleaños

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La fiesta de cumpleaños número once de Aidan estaba literalmente a unos kilómetros de la casa de los Hoffman.

Y ambos hermanos se encontraban terminando de arreglarse para ir a la casa del castaño donde se llevaría acabo la fiesta de cumpleaños, T/N no dejaba de alisar con sus manos la falda de su vestido ya que su madre había insistido en que una señorita se ve hermosa en vestido y ella quería complacer a su madre de alguna forma así que lo hizo.

-¿Estás lista? -preguntó el rubio entrando a la habitación de T/N. Esta asintió sin dejar de ver el vestido a través de el espejo de piso-Sino te gusta cámbiate; aún tenemos tiempo -sugirió

-No, no. Así estoy bien, vámonos -se acerco a su cama para tomar el regalo y salieron del lugar para irse.

[...]

-Ay, por Dios -Lauren abanicaba su rostro con sus manos tratando de espantar las lágrimas mientras miraba a Rob ayudar con el cabello rebelde y castaño de su hijo.

-No es para tanto mamá -se burló el chico mirándola tras su padre

-¿Cómo crecen tan rápido? Ya once -y volvió a abanicar su rostro causando la risa de Aidan

-Pronto tendré 18 e iré a la universidad -bromeó, se miro el cabello en el espejo y asintió agradeciendo a su padre por la ayuda

-Apenas son once, no te agregues 7 años más de golpe

-No infartes a tu madre ahora Aidan -agregó Rob tomando los hombros de su esposa

Ambos padres miraron con enormes sonrisas a su hijo ante ellos, parecía ayer que la señora Lauren había anunciado a su marido que estaba en espera de su primer hijo, su nacimiento, sus primeros pasos, su primera palabra, su primer día en el colegio, su primer diente caído, tantas cosas, tantos recuerdos y ahora se sumaba un año más de vida, salud y muchísimos recuerdos. Amaban a su hijo y se lo hacían saber día con día, un sin fin de veces.

-Bueno, tu madre y yo te tenemos un regalo -mencionó Rob rompiendo el silencio, Lauren volteo a verlo mientras juntaba sus manos y asentia para que fuera por él.

-No tenía que comprarme nada -rió el castaño acercándose a los brazos de su madre.

-Claro que debíamos, es tú cumpleaños. No todos los días se cumplen 11 ¿o sí? -acaricio la espalda de su hijo y este le dio una calida sonrisa. Rob apareció en la entrada de la habitación con un estuche de guitarra.

La boca de Aidan se abrió de asombró y alegría. -Dime que no es una bicicleta nueva

-Es una mochila hijo -bromeó dejando el estuche en la cama-Vamos ábrelo -lo ánimo

El de orbes verdes se acercó a el estuche y quito los seguros para poder abrirla y observar su contenido-No -siseo mirando la hermosa guitarra electroacústica que se hayaba dentro, era de un color azul eléctrico en el centro y las orillas eran negras. Observo con detalle el instrumento y pudo notar que en la orilla inferior se hallaba grabada su firma en un clásico plateado.

-¿Te gusta?

-Si -murmuró sonriendo, se giró a verlos-Esta hermosa, muchas gracias

-De nada hijo -y se abrazaron, ahí en la soledad de la habitación se podía sentir el gran amor de familia que desbordaban

𝐻𝑒𝑙𝑙𝑜, 𝐶ℎ𝑖𝑐𝑜 𝐷𝑒 𝑂𝑗𝑜𝑠 𝑉𝑒𝑟𝑑𝑒𝑠 [𝑇𝑒𝑟𝑚𝑖𝑛𝑎𝑑𝑎]Where stories live. Discover now