(Segunda parte) Capítulo 7: Último.

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Déjame que voy a detener las horas…

-Ya extrañaba esto.- Dije en medio del beso.

-Cállate y follame.- Respondió volviendo a besarme con una intensidad feroz.

Entrelazó sus dedos con mi cabello, masajeando mi nuca levemente, amaba que hiciera eso. Yo no tenía una sola prenda encima así que fue él quien se quitó la ropa. Cuando estuvo completamente desnudo me coloqué a horcadas sobre él y bajé hasta el camino en donde comenzaba su vello púbico, entonces comencé a repartir pequeños y húmedos besos ascendiendo hasta su abdomen y de allí hasta el pecho, en donde dejé una pequeña marca, pasando por el cuello, luego la barbilla hasta llegar nuevamente a sus deliciosos labios.

Él acariciaba mi torso con sus manos y de repente tomó mi miembro ente ellas, Dios… comenzó a masturbarme, sus manos hacían maravillas. Yo por mi parte rozaba suavemente sus muslos una y otra vez con las mías, metí uno de sus pezones a mi boca y comencé a succionarlo levemente y dando pequeñas caricias con mi lengua, él soltaba suspiros de placer, pues no podíamos hacer ruido por sus padres, aunque quería oírlo gritar mi nombre, saber que era yo quien le causaba ese placer, pero ahora me conformaría con esos suspiros y esos jadeos.

Con mis dedos daba leves pellizcos al otro pezón. Intercambié de lugar metiendo el otro pezón a mi boca repitiendo el proceso. Movía mi pelvis contra la mano de Niall, sentía cómo mis músculos comenzaban a contraerse, entonces alejé mi miembro de su mano.

-¿Tienes condones?- Pregunté deprisa, agitado.

-Sí, están en la esquina del primer cajón, junto al lubricante.- Respondió de la misma manera, señalando con la mirada la cómoda. Me paré de inmediato y saqué uno de los paquetitos junto con el lubricante, puse un poco en mis dedos y comencé a masajear suavemente la entrada, dilatándola poco a poco, cuando fue suficiente hice que se volteara y quedara a cuatro patas, al verlo tan expuesto ante mí no me resistí y le di una nalgada, su trasero era tan firme y suave como siempre, él gimió por lo bajo y entonces introduje lentamente mi pene en su cavidad, esperé un poco y comencé a moverme.

***

-Vaya… ha sido genial…- Dijo él jadeante, tumbado en la cama con sus ojos cerrados y una fina capa de sudor cubriendo su cuerpo. Su cara estaba roja y su cabello revuelto de una manera natural muy sexy. Apagó la televisión y volteó hacia mí.

-Lo mismo digo… Siempre eres espectacular, pequeño.- Secundé y le robé un beso corto, al separarnos él sonrió y me abrazó, yo le correspondí, y así caímos en un profundo sueño.

***

-¡Chicos ya es hora de levantarse!- Gritó Maura del otro lado de la puerta haciendo que ambos nos despertásemos.

Yo solté un bufido, pero en cuanto reaccioné deseé no haberlo hecho, esperaba que no lo escuchase, quería que la tierra me tragara; en mi menté me repetía “¡Idiota, idiota, idiota!”. Me incorporé y busqué la ropa que me tendría que haber puesto la noche anterior. Niall se despertó un poco asustado por mis movimientos bruscos.

-Lo siento, olvidé decirte que mis padres se levantan temprano.

-Lo noté.- Contesté sarcástico. -¿Qué no te piensas vestir? Bueno, a mí no me molesta verte desnudo todo el tiempo, siempre y cuando estemos tú y yo solos.-  Le dije con una sonrisa juguetona lo que ocasionó que se sonrojara.

-Zayn…- Dijo apenado bajando el rostro.

Dios, era demasiado adorable.

-Amo cuando te pones así.- Le dije en tono bajo. Con mi mano elevé su rostro y le di un corto beso. –Buenos días, por cierto.

El de la mala suerte.Where stories live. Discover now