(Segunda parte) Capítulo 4:

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Yo no quiero caricias de otros labios, no. No quiero tus manos en otras manos...

Al fondo se escuchó un “¡Me llamo Sergio!”, obviamente ya sabía que se llamaba Sergio pero quería hacerle creer que su presencia no afectaba mi vida. Aunque realmente sí lo hacía, me fastidiaba que él pudiera tener afecto por parte de Niall, el afecto que yo quería, o parte de él, porque yo quería su amor.

Wau… su amor… nunca me habría imaginado a mí mismo pensando en estas cosas, era algo nuevo, cada sensación era nueva, cada pensamiento. Realmente sentía algo muy fuerte por Niall, pero no sabía si era amor, es decir, nunca sentí amor; ¿sería este lindo sentimiento el amor? Puede que sí, puede que no…

Pero de lo que estaba seguro era de que Niall cambió mi vida casi por completo, mi manera de pensar, de ver las cosas, ahora todo se sentía más… cercano.

Al salir decidí que iría a buscar mi moto, pues como le había dado mi auto a Niall ahora no tenía transporte.

***

Dos días después Niall regresó a la universidad, seguía tratándome como antes; sólo miradas, ni una palabra hacia mi persona, no quería que sólo me diera miradas, quería convivir con él, hacer lo que sea para que sepa que en serio me importa. A veces me atrapaba mirándole y simplemente le dedicaba una sonrisa, la cual él correspondía, realmente no me importaba que se diera cuenta que lo observaba, pues de cierta forma quería hacerle entender que sólo él podía capturar mi atención. Llegó la hora del almuerzo y se me ocurrió decirle a Niall que comiéramos juntos así que iba a preguntarle, cuando se me atravesó Sara Collins, esta chica era peor que un chicle, le dije que no quería nada con ella.

-Hola, Zaynie- Me dijo en un tono meloso colgándose de mí cuello.

 Entonces se lanzó sobre mí casi succionándome la boca con sus labios, rápidamente la aparté. Esta chica está loca.

-¿¡Qué te pasa!? No vuelvas a hacer eso en tu vida, ¿entendido?- Dije molesto. Busqué a Niall con la mirada y vi que se alejaba a paso acelerado del salón,  así que fui tras él. -¡Niall espera!

Le detuve tomando su brazo bueno para que se volteara, estaba molesto y sus ojos un poco cristalizados. Mierda, ¿por qué siempre arruino todo?

-¿Qué?- Preguntó seco.

-No es lo que tú piensas.- Traté de explicar.

-¿Ah no?- Dijo con amargura. –Pues para mí sí es lo que estoy pensado. Me quedó más que claro lo “mucho” que te importo.

-Créeme, yo no fui, ella se lanzó hacia mí. En serio Niall, yo quiero estar contigo.- le dije mirándole a los ojos para que supiera que no miento. Aparentemente lo notó y suavizó su mirada.

-Bien, pero que no vuelva a ocurrir.- Dijo en tono autoritario y podría decir que hasta seco, realmente me desconcertó, él no era así.

-Bueno, quería pedirte que… almorzáramos juntos, ¿te parece?- Rayos, no sabía por qué me ponía tan nervioso, ya había invitado a Niall a comer antes. Supongo que los nervios de esta vez son porque ahora jugaré todas mis cartas para ganarme su amor y cada movimiento puede acercarme a mi meta o alejarme más.

-Claro.- Me contesta sonriente y sus ojos se iluminan, es lo más tierno que he visto, él es la ternura vuelta persona.

Le sonreí de vuelta y caminamos juntos hasta la cafetería.

***

En el almuerzo quedamos en que iría a su casa en la tarde, después de las clases. Al finalizar la jornada hablé con Harry para que fuera conmigo a mi casa, él había llevado su auto así que se fue en él, y yo como siempre en mi moto.

El de la mala suerte.Where stories live. Discover now