(Segunda parte) Capítulo 3:

1.1K 113 36
                                    

Déjame tan sólo que hoy roce tu boca…

-Explícame, porque no lo entiendo.

 Tenía miedo de su reacción, por primera vez en la vida me importaba alguien de verdad, por primera vez en la vida me importaba la opinión de otra persona y no quería que Niall se fuera de mi lado, aunque en realidad no lo estaba, porque yo me había encargado de hacer que se alejara, pero ahora que me había dado cuenta de mis sentimientos hacia él no quería que se alejara, me dolería mucho.

-Pues…- Di un largo suspiro. –Nuestra relación era…

-¿Éramos novios?- Me interrumpió escandalizado.

-No. ¿Me dejas seguir?

-Aah, sí, continúa.

-Bueno, como decía, nuestra relación era algo… peculiar.- Comencé a relatar nuevamente. –Una noche en una fiesta nos emborrachamos y tuvimos sexo, al día siguiente te dije que debíamos repetirlo, y bueno, eso pasó, muchas veces… éramos una especie de amigos con beneficio, pero sin la amistad. ¿Me comprendes?

-Sí…- Respondió algo atolondrado.

-Y bueno, tú me confesaste que estabas enamorado de mí, que me amabas, y yo fui tan estúpido que prácticamente te dije que olvidaras eso y siguiéramos como estábamos o que nos dejáramos de ver. Tú aceptaste “dejar” tus sentimientos de lado y seguir conmigo, querías hacer que me enamorara de ti. Pero yo seguía siendo un patán contigo, seguía humillándote o incluso peor, de lo cual realmente me arrepiento. Continuamos con lo que hacíamos durante un tiempo, además causándonos celos, hasta ayer en la noche- Continué, al parecer lo que le contaba le hacía daño, bueno, claro que le hacía daño. –Cuando volviste a decirme que me amabas. Yo te había dicho que no podía amar, y no era mentira, realmente yo creía que no podía sentir afecto hacia alguien. Pues nunca lo había sentido. Tú te alteraste y comenzamos a discutir, te escapaste de mi casa llorando. Yo traté de detenerte pero no me hiciste caso y bueno… pasó esto.

Ya había explicado los acontecimientos y ahora él lloraba aún más. Se quedó varios minutos mirando a la nada, dejando sus lágrimas caer por sus mejillas libremente. Me sentía una basura por ser la causa de sus lágrimas, aunque eso era, una basura. Dejó su trance y me miró directamente a los ojos, con dolor. Con temor tomé suavemente su mano, él no se opuso y tomó con fuerza la mía.

-¿Lo recuerdas?- Pregunté en un tono más bajo de lo que habría querido, pero el nudo en la garganta no me dejaba hablar. De su boca no salió ni una palabra, simplemente se limitó a asentir.

-Acabo de recordarlo. Todo. Y ahora que recuperé mi memoria sé que tú no eres tan amable, ¿tan culpable te sientes?- Soltó mi mano. Aún su mirada estaba puesta sobre la mía, y reflejaba amargura, dolor, mucho dolor. Podría asegurar que la mía expresaba arrepentimiento.

-Sí, me siento culpable. Sé que fui un estúpido y un maldito insensible contigo, pero eso ya no volverá a ocurrir…

-Claro- Me interrumpió. –Ya me usaste para tus “necesidades” y ahora que tuve un accidente, que no está demás decir que fue gracias a ti te vas como el cobarde que eres, ¿No?

Me sentí peor aún,  pues sus palabras me hirieron, quizá el dolor era menor o igual que el que yo le causé a él. Y el nudo en la garganta se hacía más grande, tenía ganas de llorar también, pero odiaba llorar, no quería que me vieran llorar. Odiaba que me afectara tanto lo que me dijera, nunca me había pasado, pero él… él logró lo que nadie pudo; hacerme sentir.

-No, Niall. No me iré, si así lo quieres. Y sí, soy un cobarde, una mierda porque nadie se merece lo que yo te hice a ti, realmente me siento mal por eso y quiero que me perdones. Te diré por qué no volveré a tratarte mal…

El de la mala suerte.Where stories live. Discover now