No mas callado [TK]

Capitulo 79

A la mañana siguiente, los dos chicos despertaron y no pudieron evitar el escándalo que hizo la señora Kim la noche anterior. Taehyung intentó hablarle, tuvieron una larga charla pero la anciana estaba convencida de que Jungkook quería aprovecharse de su nieto.

Cuando llegaron a la cocina, Jungkook observó a la anciana decorando algunas cosas con mariposas de papel. El castaño tomó aire y sonrió intentando disimular sus nervios.

—Buen día, señora Kim.

La mayor se dio la vuelta, alzó una ceja y lo ignoró. Al notarlo, Taehyung suspiró y se acercó a su abuela.

—Abuelita ¿Te acuerdas de lo que hablamos anoche?.

—Aún no estoy convencida—contestó la abuela de Tae y entrecerró los ojos—Necesito más tiempo para comprender la situación.

—No es tan difícil, abuela. Al menos... solo responde a su saludo.

Jungkook tragó saliva, la anciana lo miró y pronunció.

—Buen día, Jungkook.

Taehyung sonrió aliviado, tomó de la mano a su novio y sin decir nada lo llevó hacia el patio delantero. Jungkook se había sorprendido, pensaba que la anciana iba a gritarle y a tirarle agua bendita como hizo anoche de los nervios.

—Ya vas a ver que pronto te agarrará cariño—dijo el mayor y acarició la mejilla de su novio—Perdón si te incomodó.

—Mmm, no pasa nada. Estoy acostumbrado. Le costará entenderlo, solo espero que todo salga bien.

Los dos acercaron un poco sus rostros y se besaron con dulzura. Al separarse, Jungkook bajó la cabeza mientras abría bien los ojos al ver que la abuela de Tae los estaba espiando por la ventana con una escoba en mano como si fuera a golpearlos.

—A-ah, lo siento por eso—dijo Taehyung—Oye ¿Que tal si vamos a recorrer la ciudad, para despejarnos un poco?

—Creo que eso es lo mejor por ahora, antes de que tu abuela me eche de Tailandia a escobazos.

—Te prometo que se le pasará.

....

La ciudad estaba llena de gente, todos los negocios abiertos y policías por todas partes. Jungkook observaba todo con la boca abierta y Taehyung sonreía al verlo así de emocionado. Kook no entendía nada de lo que decía la gente por la diferencia de idioma, solo los miraba y asentía con la cabeza.

De pronto, un hombre se acercó a Jungkook y este comenzó a hablarle en Tailandes dejando al chico confundido. El castaño miró a su novio y luego devolvió su vista al hombre.

—Bien por ti—respondió y le sonrió, aunque no había entendido una mierda.

—¡Jungkook!—llamó Taehyung—¡Ese hombre acaba de decirte que su perro murió!.

—¿Eh? ¿Y que clase de persona se acerca a un desconocido para decirle que su perro murió?.

—Te esta pidiendo tu bendición.

Jungkook alzó una ceja y miró al hombre que aún lo observaba con pena.

—¿Y como se supone que lo haga?.

—Mmm, déjame hacerlo por ti.

Taehyung hizo un movimiento con las manos, el hombre lo imitó y le sonrió para luego irse. Jungkook había quedado con una cara de confundido aún procesando que había echo su novio.

—Pareces más Tailandes que Coreano—dijo el castaño.

—Viví muchos años en Tailandia, se todo de aquí.

—¿Volverías a vivir aquí, Taehyung?.

—Yo... no lo sé. Tailandia me parece genial pero prefiero Corea... además estas tú ahí.

Los dos sonrieron, Jungkook se acercó al azabache y le dejó un beso en los labios. Se tomaron de la mano y continuaron su recorrido, pudieron notar que la mayoría de las personas a su alrededor los miraban juzgantes. Pues, Taehyung sabía que no era muy bien visto allí que dos hombres se tomen de la mano caminando.

—Mejor vamos a otro lado—susurró Tae.

—¿Por qué? Aquí es lindo.

—Solo sígueme, por favor.

Taehyung tomó aún más fuerte de la mano al castaño y lo llevó a paso rápido a una de las partes de la ciudad donde no había tanta gente. Al estar ya solos, el mayor suspiró con alivio.

—¿Que pasó, Tae?.

—Solo... no quiero que te hagan daño—respondió Taehyung y tomó de las mejillas a Jungkook—Recuerdo que él primer día que comencé a vivir aquí tenía diez años, con mi mamá fuimos a recorrer la ciudad mientras mi papá arreglaba algunas cosas de trabajo. Mientras caminábamos, vimos a dos hombres tomados de la mano, ellos parecían felices y no le hacían daño a nadie. Yo no le di importancia, pero la gente si lo hizo y comenzaron a tirarles cosas. Uno de los hombres quedó muy lastimado, recuerdo muy bien que su frente sangraba porque una mujer le tiró con una lata de metal rota y eso lo lastimó mucho. Y... yo solo era un niño, a ningún adulto le importó y solo decían que observemos para que aprendamos a comportarnos. Fue horrible y tengo miedo de que vuelva a pasar.

—Si pasa, créeme que el que le tirará latas de metal a las personas seré yo. No dejaré que nos lastimen y arruinen esto, que ellos se jodan.

El mayor asintió con la cabeza y abrazó a su novio.

—Para los que somos distintos, estamos en peligro a cada lugar que vayamos—susurró Jungkook y correspondió el abrazo.

Continuará