SEDUCEME -KOOKMIN +18

13 Ayúdame

Miro a la niña de cabellos dorados sonreírle, mientras sus ojos le decían que por favor regresara, que no le gustaba estar sola, ella lo miraba con una mirada que le decia que la llevara, queria salir del lugar, quería irse con Jimin, y el solo se limito a mirarla con una cara tristona, para luego darle un un beso en la frente para luego abrazarla.

Y como si estuviera preocupada,  ella le susurro en el oído -te espero Jiminie -La vos de la niña sonó tan tierna, y dulce que Jimin sonrió para darle un beso en la cara.

Jimin salio de esa casa rápidamente, deseando volver, deseando quedarse con esa niña, tomo rumbo hacía la empresa en la cual trabajaba, aun tenia temas que arreglar con la firma discográfica con la que había firmado un contrató. Mientras manejaba directo a la empresa sus lagrimas empezaron a salir, ni el sabia si eran de felicidad o nostalgia, o el simple hecho de que todo terminaría ese día, un punto final, como debía ser, pero el no queria, vería a Jungkook sabiendo que de seguro rompería en llanto, en el hombro del chico que amaba, hiriéndole los sentido, y los sentimientos que había acumulado por tanto tiempo.

Antes de salir del auto limpio sus ojos, veía aquel aparcamiento lleno de autos que conocía perfectamente, hasta que vio ese auto negro con una lineá roja que mostraba la marca, y en un costado miro esa hermosa marca que le recordaba el día que Joen lo dejo manejar, ese día raspo el auto con la puerta del garaje del Jeon. 

Se adentro a la empresa, con esa postura llena de vida, esperando que nadie viera o notara lo trágico que era ese momento de su vida, con esos ojos hermosos expresando seguridad aunque eran poco visibles ya que unos lentes le tapaban los ojos, con la vestimenta Gucci que era horrible a plena vista, pero en el se veía como hermosos pedazos de tela de seda en la figura encantadora que Jimin poseía.

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-Jimin, eres como mi joya de la corona -Dijo el productor seriamente, visualizando y tratando de entender al chico que estaba delante suyo -necesito que retomes tu trabajar, no podes seguir con vacaciones -El hombre saco una lista con una agenda nueva de los próximos quince días- Gucci te quiere como su modelo principal de nuevo, vas a trabajar con Yang Jung Won y Lee Heeseung, y quiero que comiences un nuevo álbum -Jimin miraba al hombre sin decir nada, expectante a las palabras y planes del hombre regordete, tanto así que parecía ido de ese momento -Jimin estas mirando la nada como si no te importara lo que te digo, necesito que retomes tus actividades, me pediste tiempo y te lo di, pero necesito que comiences a trabajar de nuevo.

El hombre lo miraba serio, estaba perdiendo tiempo y dinero, cosas que el apreciaba mucho, mientras veía a Jimin solo asentir con la cabeza, después de eso el rubio solo tomo la agenda y salió de la oficina de su jefe.

Miro la sala de practica abriendo suavemente la puerta y lo vio, a ese chico de ojos almendra junto con otros bailarines practicando, abrió la puerta lo suficiente para que su pequeño cuerpo pudiera pasar sin que nadie se diera cuenta y se adentro a la sala viendo como los quince chicos practicaban mientras tenían a Jeon como el centro, la música sonaba mientras ellos bailaban, y aplaudió cuando la canción acabo al igual que la practica, y justo en ese momento el de ojos almendra lo miro, Jimin sonrió mientras Jeon lo veía con una cara inexpresiva. 

Todos los bailarines se despidieron mientras hacían una reverencia tanto a Jeon como al rubio, sorprendidos por la presencia del ultimo en entrar, ya que eran fans del muchacho, al cual no se lo veía todos los días, y mas a lado de su hasta ahora pareja según ellos y los medio, una pareja que iba a una pronta ruptura para todos, pero aun estaban juntos para ellos, o al menos hasta que la empresa no hablara. Cuando los dos se quedaron solos no supieron que decir, ellos no habían terminado formalmente, Jimin solo había desaparecido, y lo había dejado completamente desorientado, Jeon iba a hablar cuando el de ojos azules lo abrazo para luego besarlo, como si nada pasara, como su fuera algo natural, como si no le importar los sentimientos del pelinegro.