Al otro lado del cielo; cake hoodings

Trouble.

-Vamos Calum, vamos a casa- intentaba en vano llevar al moreno a casa por su propio bien pero obviamente no era suficiente.

No era como si yo intentara demasiado convencer a Calum para volver a casa, porque realmente no lo hacia. Sinceramente me gustaba pasar el tiempo con él aunque a las 4 am. drogado y tomado fuera la personas más terca y bruta del jodido planeta.

Estaba ahí, tirado en la acera de la calle con los brazos abiertos y estirados, sonriendo como el idiota que era. Yo estaba a su lado, siempre estaba a su lado. Imaginando las mil y una sustancias que habían pasado por su cuerpo esta noche.

-No quiero ir a casa- Por fin dijo Calum borrando su sonrisa de la cara, a lo que yo respondí de inmediato -¿Dónde quieres ir?-

-Quiero ir a la estación-

La estación era una vieja estación de trenes abandonada que Calum y sus amigos descubrieron hace poco tiempo, la cual usan para hacer fiestas, beber un poco, drogarse, pasar un rato mientras la policía no esté cerca.

-No quiero que sigas bebiendo- Le dije con indiferencia a lo que me hablaba aunque yo realmente no quería que Calum siguiera bebiendo porque aveces se ponía un poco molesto y yo no quería cargar con puñetero niñato por toda la cuidad una noche más pero era mi palabra contra la de él y él siempre tenía razones o mentiras para salirse con las suyas.

Calum se paró y comenzó a caminar a duras penas porque tenía demasiado alcohol en su cuerpo para poderlo controlar bien. Lo tomé por la cintura con todas mis fuerzas hasta que por fin pude articular unas cuantas palabras. -Recuerdo cuando aún no era tu amigo y mi vida era más fácil y sin problemas- bromeé sin tener ninguna respuesta por su parte y tampoco e importó, hablar con Calum borracho era como hablar solo o con un idiota. "Pero me gusta meterme en problemas contigo" mi dije a mi mismo en silencio.

Nos sentamos mirando a la luna mientras Calum encendía un porro y trababa de convencerme de que las piedras era jodidamente estúpidas, maldiciendo en cada oración.

Me quedé callado, era imposible hablar con él en ese estado y después sentía pena de verlo así. Lloraba en silencio, jamás le pregunté o le pedí alguna explicación por algunas de sus acciones, pero siempre me pregunté del por qué de esa forma tan deprimente de pensar.

Después de aquel silencio incómodo que yo aproveché discretamente para pensar dijo; -Oye Luke, ¿por qué eres tan bueno conmigo?- ... Me sonreí a mi mismo, me gustaba cada vez que lo preguntaba porque se daba cuenta de lo importante que era para mi, entonces me acerqué a él y lo besé en los labios, -por que te amo Calum- le respondí después de aquel beso.

Me miró con una sonrisa para luego tumbarse nuevamente en el suelo y caer dormido en su inconsciente.

No era primera vez que hacía eso, ya era 16 veces que tenía la misma conversación, 16 besos y 16 veces que no lo recordaba y yo no lo haría recordar nada.