Al otro lado del cielo; cake hoodings

Skinny love.

<<A veces el amor puede consumir a una persona>>

Desperté al día siguiente con una jaqueca que por poco me estaba matando.

Seguía al lado de Calum, era una mañana muy fría pero yo estaba abrigado con el pecho y los brazos de él.

El dolor pasó a segundo plano cuando recordé el beso número 17. Joder que felicidad.

Tenía pocos recuerdos de anoche, lo de la escapada de ese minimarket, los porros y los tres vasos de vodka, cuando desperté en el auto camino a casa y todo lo demás hasta quedarme dormido.

Ya eran las 3 pm. Miré por la ventana y el auto seguia mal estacionado, mi pieza no estaba tan desordenada pero si olía bastante mal.

Calum dormía como si nada, se movía para todos lados, era una persona realmente desagradable al dormir… bueno la mayoría del tiempo. Para entonces ya eran las 8pm.lo que comenzaba a preocuparme porque Calum seguía durmiendo y yo por mi parte ya estaba hasta aseado, había dejado el auto en su lugar, había comida pizza precalentada que había dejado mi mamá y me disponía a preparar café cuando decidí ir a despertarlo.

Calum no se molestó, lo cual me pareció algo raro. Le dije que tomara un ducha y le pase un poco de mi ropa ya que su ropa olía a hierba y alcohol.

La noche estaba fría, las estrella no se podían observar por la densa neblina que entraba a la ciudad. El café estaba hirviendo y dulce. Terminé de ordenar mi habitación para poder quedarnos ahí, puse un viejo cd de Nirvana que le había quitado a mi padre hace un par de años atrás y abrí las ventanas y cortinas para poder mirar el cielo y me puse a pensar. ¿Qué tal si hay una leve oportunidad de que le guste a Calum?, es decir… me respondió el beso de anoche… jamás había hecho algo así y estoy consciente de que estaba borracho pero las veces pasadas igual y jamás me correspondió un beso. No sé cómo deba sentirme al respecto.

No encontramos personas dos veces… realmente no lo hacemos así que no podía perder a Calum solo por decirle lo que siento. Siento yo vergüenza de mí mismo, ¿cómo se podría sentir Calum después de esto?

Mis pensamiento se interrumpieron con Calum entrando a la habitación, su cabello mojado y mi ropa le quedaba bien. Caminó descalzo por la habitación y se sentó en el suelo con vista hacía Sídney, una ciudad iluminada por las luces, la playa se podía ver de lejos. Me senté junto a él.

-¿Recuerdas algo de lo que pasó ayer?.- le sonreí nervioso porque quizás, solo quizás una parte de mi mente esperaba que me nombrara lo del beso.-

-Cuando fuimos a comprar, cuando estábamos en la fiesta y después ya no recuerdo nada.- Me dijo con indiferencia tomando un sorbo del café que había preparado.-

-¿Recuerdas cuando éramos casi vecino?, eran bueno días aquellos.- Lo recordé porque podíamos ver la casa en la que vivía Calum desde donde estábamos, y pude notar que la miraba con nostalgia.-

-Eran días de mierda. Mi hermana se fue de casa, mis papás peleaban todos los días, sus peleas se escuchaban hasta acá. Un día papá golpeó a mamá.- sus ojos se llenaron de odio, sus cejas se arquearon para evitar fruncir el ceño.- Al día siguiente mamá no estaba, no volvió a llamar jamás, mi hermana tampoco. Después mi papá me llevó a vivir al otro lado de la cuidad, su nuevo trabajo le quedaba cerca y no quería que los vecinos hablaran de nosotros.

No sabía aquello, mi cabeza quedó en blanco. Sabía que los padre de Calum habían decidido llevar vidas diferentes, pero esta historia era muy diferente a como pensaba que era.