Desde mi otro lado del cielo <<SEGUNDA PARTE>>

965 92 106
                                    

"Luke hablaba de mí como si yo fuera quien pone las estrellas en el cielo, yo hablaba de Luke me hubiera resucitado de mi lado muerto. "

<< Desde mi otro lado del cielo. La historia de un suicida sin remedio alguno. La historia desde el pedacito de cielo donde Calum siempre se encontró"


-Este parque es hermoso.

-De verdad que lo es.

Me respondió el hombre que estaba junto a mí. Parecía de unos 50 años, amable, de barba blanca que parecía no haber rasurado hace más de dos semanas.

El ambiente, joder ese ambiente de tranquilidad. La gente pasaba frente a mí y no parecía importar mi presencia y estaba bien porque a mí tampoco me importaba la de ellos.

El jardín se organizaba por nombre de calles, nombres en latín que no entendía paso tanto tiempo en este jardín que sabía ubicarme bastante bien y podía reconocer la mayoría de los rostros, sobre todo el rostro de los que paseaban a sus mascotas porque hacían siempre el mismo recorrido y yo siempre paraba a acariciar a los perros.

-¿Sabes exactamente si este jardín tiene fin? Parece infinito a simple vista. –Me dijo el hombre alzando la vista al horizonte-

-Esto es como un laberinto y claro que tiene fin pero uno está tan bien acá que nadie quiere ir al otro lado, ¿para qué?

-Es primera vez que vengo acá...

-Pues jamás se cansará de estar acá.

-¿Pasas mucho tiempo acá?

-Esto es como una trampa, señor. Una vez acá no vuelves a salir aunque lo desees tanto, siempre habrá un lado en ti que dirá "debes quedarte" porque es acá donde el "todo será mejor" comienza a cobrar vida.

El señor parecía confundido y asustado, como yo me sentí muchas veces pero él ahora estaba solo. No es fácil encontrar a un conocido en ese jardín que parecía infinito pero no lo era en realidad.

-¿Quiere un cigarro?

Entonces sonrió, parecía buena persona. Yo ni siquiera recuerdo el nombre de mi abuelo pero sentí un poco de envidia con mi vida por no haber tenido un abuelo así, donde primero fumara a escondidas de él y luego él me diera cigarros a escondidas de mi padre.

-Llevo meses sin fumar de estas cosas.- puso el cigarro entre sus dedos.- Ya creía que iba a morir sin ellos –los dos no reímos de tal forma que todos voltearon a mirarnos.-

-Tenemos bastante tiempo como para que le muestre algunos lugares.

-Supongo que estará bien.

Nos quedamos un momento en silencio hasta que el hombre lo interrumpió.

-¿Me darás fuego o el cigarro es sólo para mirarlo? –Sonrió mirándome fijamente a los ojos.-

-Oh dios, lo lamento.

Saqué el encendedor y se lo pasé. Cuando terminó de encender su cigarro, encendí el mío.

-¿Llevas mucho tiempo acá? –preguntó-

-No estoy seguro, hace mucho que el tiempo dejó de importarme. –respondí y sonreí.-

Hoy era un día diferente, un día especial. Hoy era mejor que todos los otros días, quizás hasta el mejor de mi vida.

Los segundos pasaban pero para mí eran más y más eterno que el anterior. Joder que me estaba desesperando. Miré mi reloj como por décima vez en un minuto.

Al otro lado del cielo; cake hoodingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora