TITÁN| Levi Ackerman|

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—vamos Clyde, el día de hoy te explicaré la historia de nuestra familia—un hombre adulto iba a lado de su hijo de doce años de edad hacia el interior del bosque que había detrás de su casa

Caminaron varios minutos hasta que se sentaron en el pasto verde y lleno de flores que había, además de ser un hermoso día soleado.

—nosotros no nacimos dentro de las murallas—el hombre sacó un libro y lo mostró a su hijo—hay un lugar del otro lado del mar que cubre esta isla que se llama Marley, de ahí provienen tus antepasados

—¿Y por qué estamos nosotros aquí papá?—pregunto el chico rubio

—porque como sabes, la familia tiene algo muy importante en su posición que es el poder de los titanes, y en Marley, este poder podía ser algo muy riesgoso, la gente de allá haría de todo para robárnoslo—explico el hombre—así que tus antepasados tomaron la decisión de seguir al rey hacia esta isla para proteger a su pueblo de la amenaza de Marley

—¿Y como sabemos que la gente mala de Marley vendrá a esta isla y atacarnos?

—nada nos asegura que los marleyanos no atacarán esta isla para robar la coordenada que está en manos de la corona y nuestro titán, pero por eso te enseño todo esto hijo—le dio una caricia en el cabello—quiero que estes preparado por si llega a haber una guerra en un futuro, puedas enfrentarte a los guerreros de Marley

El chico tomó el libro que tenía la historia de la fundadora Ymir y como gracias a su sacrificio, los elídanos poseían el poder de nueve titanes que querían liberar a la gente de Ymir.

—¿Y si en esos trece años que tendría con el poder no llega a haber una guerra?—volvió a preguntar el chico

—le heredarás el poder a tus hijos y tus hijos a sus hijos hasta que sea el momento de la guerra, pero no te preocupes, que los recuerdos de los portadores de este titán, estarán siempre contigo, enseñándote y guiándote

—no te preocupes papá, voy a hacer que Marley pague por todo lo que me hizo a nuestra familia—dijo con coraje—e incluso robare sus titanes para que no puedan hacernos más daño

—ese es mi hijo—el hombre lo abrazo—ahora que sabes todo lo que debía de enseñarte, es momento de heredarte mi titán hijo mío

El hombre sacó una jeringa con suero de titán y lo inyectó en el brazo del chico que en lugar de estar asustado, parecía con más motivación que nunca.

—matare a todos los marleyanos, lo prometo—y ahí fue cuando ocurrió la transformación

Un pequeño titán apareció entre el humo y sin dudarlo, se lanzó contra su padre para devorarlo por completo.