El gran ojo golpea sin clemencia;
un verdugón se pinta sobre las venas del cielo.
Las olas impactan contra su cordillera.
¡Aléjate¡ ¡Aléjate! Le grita la marea cabalgando el océano.
La nubes lo empujan con fuerza.
¡Húndete! ¡Húndete! Le grita el viento, viejo caminante.
El gran ojo desciende, su dominio se acaba.
¡Hágase la noche! Dicen las luciérnagas,
solo falta saber, quién traerá la luna.
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CAFÉ SIN AZÚCAR
PoetryTengo versos que saben a café sin azúcar. Versos rudos y rebeldes como perros con rabia a los que a veces suelto para que muerdan. Tengo versos salados y amargos como el café negro. Versos que gritan. Versos que rompen. Si tienes el valor de acarici...