No puedo traicionarme
a mí misma
hablando
de lo que no me importa.
Mi abuela me lo propuso una vez:
habla de los tuyos,
habla de tu tierra,
y de la justicia
de los buenos por sobre los malos,
y de la igualdad,
y la patria,
y los atardeceres que son más bien fríos,
pero que siguen siendo un tema mundialmente apreciado.
Mi abuela me advirtió, ella era sabia,
sabía que de otra forma
el triunfo sería
una escalada al Everest,
pero yo no la escuché,
yo no podía hablar de eso,
porque por sobre todas las cosas
siempre había sido una mala mentirosa.
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CAFÉ SIN AZÚCAR
PoetryTengo versos que saben a café sin azúcar. Versos rudos y rebeldes como perros con rabia a los que a veces suelto para que muerdan. Tengo versos salados y amargos como el café negro. Versos que gritan. Versos que rompen. Si tienes el valor de acarici...