El árbol de ayer

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Porque la diferencia
entre los adultos
y los niños
es que algunos
saben encontrarle
valor a cosas
que otros no.
El árbol que ayer
fue arrancado
por un rayo
desde las raíces,
según los adultos
fue una bendición,
porque ahora tienen
la oportunidad
de ver lo que ramas
ocultaban,
o sea,
más edificios
sin pintura,
más calles agujereadas,
más mendigos
mendigando,
más filas,
más nada. Una bendición.
Los niños
están llorando
al árbol de ayer
que se murió
por un rayo
y se llevó las ramas
de escalar,
de hacer espadas,
las flores de jugar,
de hacer perfumes,
la sombra,
las hojas,
las abejas
y todo lo bueno,
pero los niños,
a diferencia de los adultos,
saben encontrarle
valor a cosas
que otros no,
y ya las raíces
del árbol
sirven de casa
y fortaleza
medieval
desde que ayer
un rayo
se llevó el resto.

CAFÉ SIN AZÚCAR Where stories live. Discover now