𝗣 𝗜 𝗥 𝗢 𝗣 𝗢 𝗦▕ Tᴏᴅᴏʙᴀᴋᴜ

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Por una apuesta de Ashido, Katsuki terminó perdiendo. Siendo ahora, teniendo que vestir lo que ella quisiera. O eso le había dicho.

Pero no sé trataba de ello ¡Fue engañado!.

¡Preferiría besar a Deku, que vestir eso!.

Al llegar la noche, y como tenía que vestir aquello, estaba en el baño del dormitorio del bicolor, terminando de colocarlo.

Escuchó la puerta abrirse, pero no prenderse la luz. Eso fue gracias a Denki.

Abrió la puerta del baño, dejando escuchar el leve rechinido de esta, a pesar de que todo se encontraba apagado, lograba verlo gracias a la tenue iluminación que venía de la ventana, cortesía de la luna.

–¿Katsuki?–. ¡Demonios!. Hasta con la luz de la luna se veía muy bien.

A pasos lentos y tímidos, se dejó ver. Abrazando su cuerpo alzó la mirada, mientras mordía su labio inferior.

Shoto no sabía que pensar, o decir.

–Tu madre debe ser pastelera porque un bombón como tú, no lo hace cualquiera.

Katsuki le miro sorprendido, comenzando a reir.

–Eso ni siquiera nada que ver–. Dijo riendo.

–Tal vez no. Pero ayudo a relajarte–. Contestó acercándose para tomarlo de la cintura y alzarlo–. ¿Haces esto a propósito?–. Susurró cerca de sus labios, mirando los mismos.

–He perdido una apuesta con Ashido–. Contestó de igual manera, pasando sus brazos alrededor de la nuca del mayor.