80

932 155 9
                                    

Katsuki estaba sentado en el sillón evitando la mirada de su suegro, es decir, ¡No era discreta!. ¡Nada!.

–Padre, lo incómodas–. Dijo la albina con mechones rojizos, Fuyumi.

–No es mi intención. Pero, es que no encuentro nada, absolutamente nada, de cómo porque Katsuki se sienta atraído por Shoto, es decir, ese chico es un estúpido.

–Oiga, si, es un estúpido, pero un lindo estúpido–. Dijo Katsuki.

–Wow, ¿Quizá lloverá?. ¡Mi cuñado a llamado lindo a mi hermanito!–. Dijo un azabache a su lado.

Katsuki bufó molesto, no recordó que Touya estaba a su lado.

La puerta principal fue abierta, viendo a Shoto entrar por el pasillo.

–¿Y ahora tu?. ¿Por qué tardaste tanto?–. Pregunto el albino, Natsuo.

–Unos oficiales me detuvieron.

–¿Robaste algo?–. Pregunto el hombre asustado.

–¿Que?. ¡No!. Me preguntaron sobre las drogas–. Contestó acercándose a Katsuki.

–¿Consumes drogas?–. Pregunto su padre inmediatamente.

–Esta bien que yo lo haga, pero te dije que pobre de ti si me enteraba que hacías lo mismo–. Le dijo Touya frunciendo el ceño.

–¡Que no es eso!–. Contestó.

–¿Entonces?. ¿Que les dijiste?–. Cuestionó su hermana.

Shoto volteo a ver el rostro de Katsuki, sonriendo.

–Les hablé de tu sonrisa–. Guiñó su ojo.

Aquello provocó un sonrojo a Katsuki, el cual avergonzado cubrió su rostro con un cojín, haciendo reír a la chica y a Natsuo.

Enji por otro lado estaba procesando la información dada por su hijo mayor.

En cambio este, estaba buscando un lugar donde esconderse. Odiaba su lengua floja.

𝗣 𝗜 𝗥 𝗢 𝗣 𝗢 𝗦▕  Tᴏᴅᴏʙᴀᴋᴜ  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora