CAP 8 "GEHEIMNIS"

24.8K 1.5K 361
                                    

Capítulo 8

18 años...

Primeros días de otoño, ni frío ni calor, pero mi piel no está acostumbrada a no llevar un suéter o tela que me cubra. Me he acostumbrado a siempre llevar algo que me proteja de las brisas frías. Me siento desnuda sin ello.

Octavio está a solo unos pasos observando la gran estatua de Moisés. La hipocresía de todos los que me rodean es inaudita. Se persignan he inclinan su cabeza ante Jesús crucificado. La basílica de San Pietro In Vicoli está en un lugar un poco escondido en Roma, pero no me extraña que sea el punto de encuentro de Octavio y el hombre con traje impecable y los zapatos relucientes.

Los mellizos e hijos de ese hombre, me rodean dejándome encerrada en su círculo tonto, ambos tienen el mismo color de cabello negro como la noche, pero sus ojos de ambos son celestes. Me marea cuando giran a mi alrededor.

—¿Quién eres?... —lanza la pregunta la joven.

Intento avanzar, pero estos colocan sus brazos oponiendo mi salida.

—Soy... —intento hablar, pero Octavio se acerca a nosotros junto al hombre.

—Ella es mi hija. —contesta dejando a los mellizos con la boca entreabierta.

La joven deja de lado las manos de su hermano y camina hacia su padre. Desorientada y con mil preguntas por hacer, pero tan solo una es suficiente para responder todas sus dudas. Ella alza la mirada ante Octavio.

—¿Pensé que solo tenía hijos hombres y mayores, señor? —le pregunta con curiosidad.

Él piensa un poco antes de hablar.

—Yo también. —dice mirando había otro lado.

Su desprecio es doloroso y marca un agujero más en mis pensamientos. La razón de mi visita a este sitio es obligación de parte de todos para formar lazos parentales que en vez de causar acercamiento, es todo lo contrario.

Golpeó la mano del chico, pero este insiste en ponerse en mi camino. Doblo su muñeca y lo empujó hacia delante.

—No me toques.

El padre de ellos empieza a reírse.

—Ella es muy fuerte, es un claro ejemplo que es tu hija... —se acerca a mí y me toma del mentón. —Mira esos ojos son idénticos a los tuyos.

Intento resoplar. Sin embargo, Dimitri niega y me trasmite a través de la mirada tranquilidad. Él no quiere que arme un escándalo. Lo más seguro es que terminaría en el piso si se atreviera a devolver el golpe.

—Soy un viejo amigo de tu padre. —dice presentándose y alza los brazos como si fuese el Cristo que está detrás de él. 

Tiene un rosario bañado en oro y pequeñas piezas de diamantes en sus dedos, lo besa y guarda después en su bolsillo delantero de su traje. 

Ellos vuelven a su conversación dejándonos atrás.

Dimitri cuida el perímetro junto a Farik, es extraño que no estén cerca de mí, si Adrik estuviese aquí sería otra la historia. Octavio se excusó diciendo que él manda y ordena a mis guardaespaldas y no puedo hacer nada. 

El chico vuelve a atacarme y me empieza a acorralar en la pared.

—Perdón por no haberme presentado de manera correcta. Soy el hijo del presidente de Italia. —dice con un tono coqueto y sonríe mordiendo sus labios.

Su coquetería no me causa estragos a pesar de que esté tenga una belleza inefable. lo que si logra causarme es pena.

—Yo soy Renata... —guardo silencio y levanto la mirada. —Tus padres no te dieron mejor nombre que ponerte "Hijo del presidente de Italia.

Inmarcesible Destino [H.R.M.A. |+21]Where stories live. Discover now