CAP 40 "MONATE (PART 1)"

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Adrik Marcovick:

Ocho meses antes:

—¡Mira! —exclama Renata mostrando su atuendo y dando un giro para poder detallar cada parte.

Le doy un recorrido de manera lenta: lleva una camiseta que le llegan hasta sus mulos, los pantalones que lleva puesto apenas se ven, sin embargo, lo que me llama la atención de todo su atuendo son sus medias: una es de color verde y la otra es morada.

Es imposible no reír ante su actitud.

—Que buena combinación de medias. —digo mirándola y ella camina hacia mí.

Ella saca levemente sus labios y frunce su ceño.

—Es mi atuendo para dormir. —me dice señalando su ropa.

—¿No encontraste el otro par de medias? ¿Verdad? —le pregunto viendo nuevamente sus medias coloridas.

Renata voltea para no seguir viéndome y camina hasta la esquina de la habitación en la cual hay un espejo.

—Una media morada y otra verde no tiene de malo. Son bonitas. —dice y me mira a través del espejo.

Cruzo los brazos y la miro a los ojos a través del espejo.

Ella suelta un largo suspiro y asiente.

—¡Ya, ganaste! ¡No lo encuentro!, mi armario esta desordenado y no encontré el otro par de mis medias. Pero ahora solo vamos a dormir así que no hay problema, tal vez ordene mi armario luego. —dice para luego dibujar una sonrisa, se da la vuelta y estira sus brazos.

Yo también intento abrazarla, pero Renata me hace una jugarreta y desvía sus brazos. Se sienta sobre la cama unos largos minutos, sin embargo, su rostro se tiñe en confusión. Renata se levanta de manera abrupta y sale de mi habitación.

El maullido del gato me confirma mis sospechas.

Ella aparece junto con el felino naranja y algunas cosas que esté usa para dormir.

» Tom es un engreído al cien por ciento.

—Se pondrá triste sino me ve. —dice mirándome como si estuviera pensando en que no aceptaré, pero al final asiento, pone la cama del gato muy cerca al espejo y este se mira con demasiada curiosidad su reflejo.

» Tom se ha ganado el cariño de todos, hasta podría decir que yo tengo un leve aprecio por el felino, pero él a mí no me soporta. La manera en la que me demuestra amor ese felino es a través de mordidas en mi dedo cuando Renata lo deja en mis brazos. Está claro que ambos no somos compatibles.

» Renata es nuestro punto medio.

Miro al gato y puedo percibir su mirada de desgano, como si le diera totalmente igual verme. Se acomoda en la cama que le hizo Renata y procede a dormirse.

Renata se apresura en subirse a la cama y tirar de las mantas para taparse.

—Es raro que quieras dormir conmigo. ¿Te sientes bien? —pregunto y la observo con detenimiento.

Me acerco hasta ella y tomo asiento. Mis dedos se deslizan por su piel hasta llegar a su cuello, de alguna manera u otra intento buscar si su pulso va en aumento.

Renata me mira a los ojos y niega.

—Estoy bien. —dice en un susurro y da palmadas en la cama para que yo me recueste a su lado.

Renata se apoya en mi pecho, la observo como poco a poco va cerrando los ojos hasta quedarse dormida por completo.

Siento como se remueve con demasiada frecuencia, pero lo que me preocupa es oír como empieza a llorar aun estando dormida. Intento moverla para despertarla de esa pesadilla que esta embargando sus sueños.

Inmarcesible Destino [H.R.M.A. |+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora