Inmarcesible Destino [H.R.M.A. |+21]

CAP 31 "ICH HABE GEWONNEN"

13 de octubre

Empiezo a golpear la sartén una y otra vez, me aseguro de ver bien los peldaños para no caer de las escaleras. El ruido hace que vengan a la sala.

Son las cinco de la mañana y estoy entusiasmada, además de que tengo cierto comportamiento infantil en estos momentos.

Dimitri y Farik se acerca con rapidez, lucen sudados y algo cansados por el entrenamiento matutino. Levana baja las escaleras con flojera y sosteniendo su manta. Tom también baja y puedo ver como sus pelos están erizados.

—Lo siento. —digo mientras me inclino para cogerlo en brazos.

—¿Por qué me levantaste tan temprano? —pregunta Levana y bosteza, vuelve a cerrar los ojos y se apoyó en el mueble.

—¿Hoy día que es? —pregunto y miro a los dos hombres que tengo parados a solo unos metros.

—Tu cumpleaños. —contesta con rapidez Dimitri, antes de que los demás le ganen.

Dimitri sabe que hoy es mi cumpleaños porque en estos días especiales hay mucha comida deliciosa.

—Es cierto. ¡Hoy es mi cumpleaños! —exclamo con felicidad y doy brincos en el mismo lugar, Tom se sostiene de mi y maúlla lo dejo en el piso y se va con rapidez de la sala.

Me detengo y analizo a todos.

» Alguien falta aquí.

Envuelvo mis brazos y me lo llevo a mi pecho.

—¿Dónde está Adrik Marcovick? —pregunto y bajos los brazos.

—Se fue hace unos minutos, dijo que deberíamos alcanzarlo luego. —contesta Farik viendo una nota que ha sacado del bolsillo de sus pantalones deportivos.

Me quedo mirando la letra de mi novio ruso y no entiendo nada porque está en su idioma. Hago una mueca y me apoyo en el mueble.

—Debo aprender ruso. —digo y Farik asiente.

—Solo sabes las malas palabras que existe en Rusia. —menciona Farik y desordena mi cabello.

Sonrío ante lo que dice.

—Eso se llama saber insultar con elegancia e inteligencia. —contesto con el mentón un poco elevado.

—¿No quieres ir con Adrik? —pregunta Dimitri y yo muevo mi cabeza rápidamente. Siento que me observan con más atención y muevo más lento.

—Quiero ir. —respondo y miro hacia la pared con un gesto neutral y sereno, como si eso no me causara emoción alguna.

—Entonces deberían cambiarse. ¿Iras Levana? —pregunta Farik a su hija y ella asiente aun con los ojos cerrados y sosteniendo la manta.

—¿Puede ir Akran? —pregunta Levana y Farik me mira a mí.

» Yo ni siquiera sé a dónde vamos.

—Claro que sí, pero aún no sé a dónde iremos exactamente. —digo mirando la nota escrita en ruso.

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El viento corre un poco más en donde estamos, hay montañas altas en este valle. Estamos todos parados en la parte más baja y no hemos subido la llanura ya que Adrik dijo que no lo hiciéramos: según las palabras de Farik y Dimitri quienes si pueden leer la nota.

» Adrik se pasó al escribirlo en ruso.

Siento el toque en mi hombro y volteo, Levana me señala que mire hacia la parte de arriba de la montaña.