Extra

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Adrik Marcovick

Despertar con el pie de tu hijo en tu cara debería ser normal para mí, sin embargo, todos los días me sorprende y en casi la mayoría tengo que colocar la mano alrededor de sus tobillos para sostenerlo si se remueve. Nunca se ha caído de la cama, pero si ha tenido la experiencia de estar boca abajo, mientras yo le sujeto del tobillo y para él es una situación cómica porque desea volver a tirarse, supongo que eso lo heredo de mí.

El niño de ojos bonitos y cabello ondulado tiene una mirada divertida, me sonríe y luego señala a su madre que está durmiendo con las manos juntas apoyado en su mejilla, gatea sin importarle que me deja sin respiración a la hora de darme con su rodilla en mi abdomen.

─No despiertes a mamá ─digo y él me mira con esos ojos retadores que no me hará caso porque tiene en mente treparse encima de Renata y abrazarla, antes de que haga eso lo tomo en brazos para llevarle a la cocina, enrosca sus pequeños bracitos y los coloca en su pecho, su cabello cae en su frente y hace un leve puchero, pero no llora, me observa de reojo, mientras le hago su leche, estira los brazos cuando ve que ya esta listo y ronronea como los hijos de Tom.

La pequeña copia de Tom se encarga de trepar por mi pierna y se sienta en la mesa observándome atenta. La gatita me adora, sin embargo, hay veces que se olvida de eso y le sale el instinto de su padre en donde me muerde los dedos. Tiene un moño rosa colocado en el cuello, se ve tan tierna y elegante.

Escucho el ronroneo tan encantador de Tom, quien brinca a la silla y sube a la encimera en donde está el bebé, estira las patas para tocarle el brazo y luego restriega su cabeza en las piernas de Kellan, quién se encarga de darle un cariño antes de dibujar una sonrisa. Entre ellos dos hay amor, pero en ciertas ocasiones hay guerra y pura, ambos juegan a tal punto que mi hijo se comporta como un gato.

Renata hace su entrada en la sala y Tom la mira con atención, pero no deja de restregarse contra Kellan, sin embargo, los dos caen rendidos ante la mujer de ojos verdes brillosos que se acerca con los brazos estirados para abrazarlos, el bebé arroja el biberón para entregarse por completo y el gato naranja se trepa en su hombro como si se tratará del loro de un pirata.

Bajo la mirada y me topo con la gatita que ronronea en busca de mi atención, la sostengo en brazos y paso las manos por su lomo. Ella se siente bien segura cuando la sujeto a tal punto que se queda dormida en cuestión de minutos. 

─Adrik ─susurra Renata y mierda sigue teniendo poder sobre mí, pensé que yo había pasado a segundo plano por el gato y el niño tierno que sujeta en brazos, pero ella... es la mejor, me apoya la cabeza en mi hombro, mientras que Tom salta a la mesa de la cocina para dormirse en mejor posición y coloco a la gatita cerca de él.

Mis ojos se centran en el anillo que lleva en el dedo y suelto un suspiro.

En la vida podría haberme imaginado casarme con la mujer que es mi amiga, confidente, complemento y motivo de muchas sonrisas causadas por la felicidad que me causa. Tal vez en la otra vida hice tantos méritos para que en esta tuviera la dicha de tener a mi lado a una persona excepcional como ella.

Soy un afortunado.

Renata señala la revista alemana en donde se publican artículos de personas influyentes del medio que se destacan por tener una buena fortuna y en este caso no solo figura mi nombre, sino que también tienen las siglas de su marca de ropa "R&R"

El artículo señala todas las cualidades de la marca y el porqué es todo un boom en Alemania, sin embargo, con el pasar de los meses ha ganado relevancia en varios países, colocándose como la favorita por sus diseños innovadores y llenos de mensajes grandiosos. Algunos simplemente la reconocen por forjar su propia fortuna y convertirse en millonaria sin apegarse tanto por el apellido.

Inmarcesible Destino [H.R.M.A. |+21]Where stories live. Discover now