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Dentro de la agencia ambos se comportaban de forma profesional, ya que su relación era secreta por el momento.

Casi no interactuaban entre ustedes más que para lo estrictamente necesario y en presencia de los demás empleados le llamabas como siempre, Señor Dynamite.

Subiste a llevarle el reporte del día y la secretaria te dejó entrar a su oficina.

- Hola Katsuki.- Le sonreíste.

Cundo estaban a solas te permitías ser más cálida.

- Hola.- Respondió él con una sonrisa casi imperceptible.

- Te traje el reporte de las patrullas de ayer, acabo de terminarlo.

Él lo recibió.

- A tiempo como siempre.- Dijo recibiendolo.- a este paso me robaras el cargo de jefe, en lugar de ser la agencia de Dynamite será la agencia de T/NH.- Bromeó con una expresión maligna.

- No digas tonterías.- Respondiste.- No me robaría tu agencia, haré la mía propia algún día para patear tu trasero y superarte.- Dijiste inclinándote sobre el escritorio.

- Muero por verlo, maldita pasante.- Respondió con una sonrisa de superioridad y te plantó un beso corto en los labios.

- Alguien nos verá.- Dijiste sin alejarte de su rostro.

- Las persianas están cerradas.- Respondió él rozando tu mano.

- ¿Qué debería entender de eso?- Respondiste con tono juguetón.

Él se acercó a tu oído y susurró suavemente.

- Que nadie nos vio, pero más te vale volver al trabajo ya o descontaré este tiempo de tu salario.

Luego se alejó con una sonrisa triunfal mientras tú sentías tu rostro ardiendo.

- Eres siniestro Katsuki.

- Gracias.

Te giraste hacia la salida y él te detuvo con su voz.

- Te veo para cenar, Dinamita.

Asentiste molesta y te fuiste.

***

Al salir del trabajo fuiste directo a casa, no solían irse juntos para no levantar sospechas, incluso él dejaba su auto en casa y tomaba un autobús hasta la tuya.

Al llegar verificaste que todo estuviera en su lugar y comenzaste a preparar la cena.

Al poco tiempo tocaron el timbre, abriste y ahí estaba él en su ropa de civil.

-Bienvenido.- Le dijiste dejándolo entrar.

- Traje ésto.- Dijo mostrando una bolsa de una pastelería.- Para el postre.

- Gracias.- Dijiste tomando la bolsa y dejándola en el refrigerador para que se conservara frío mientras cenaban, se sentaron a la mesa que ya se encontraba servida y comenzaron a comer mientras hablaban de cosas como el trabajo y los conflictos recientes.

Luego de tomar el postre él estaba listo para irse cuando comenzó a llover.

Llovía bastante fuerte y las calles estaban inundadas.

- Maldita sea.- Dijo Katsuki mirando por la ventana.

- Tranquilo, sabes que puedes quedarte hasta que la lluvia pase.- Dijiste poniendo una mano en su hombro.

- Los autobuses dejan de pasar dentro de una hora y la lluvia parece ir para largo.- Se quejó.

- Entonces puedes pasar la noche aquí. No es como que nunca lo hayas hecho.- Dijiste aludiendo al tiempo que te estuvo cuidando.

Maldita PasanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora