Fingiendo ser una de ellos [Completa] ✓

36. Una cita y una promesa (FINAL)

Una cita.

Una cita con el idiota e irresistible Danniel.

No, Ellie. Una cita con ese chico que tantos problemas te trajo y que odiaste con todas tus fuerzas, esa cita y ese Danniel.

Si me hubieran dicho hace dos meses y medios atrás, que ahora me encontraría preparándome para tener una cita con aquel chico, que el primer día que lo conocí fue un completo imbécil y que luego me demostró que era un verdadero encanto, jamás lo hubiera creído, ni mucho menos aceptado.

Sin embargo, aquí me encontraba. Había pasado tiempo desde la última vez que me puse una falda, y aunque estábamos en pleno invierno, amaba usarlas con medias y botas. Me observé en el espejo que estaba pegado a la pared de mi armario, por lo menos mi cabello había crecido un poco, no tanto como esperaba pero ya no era un corte de chico, lo cual provocó que sonriera a mi reflejo al recordar la locura que fui capaz de hacer.

—Si no te conociera, diría que estas nerviosa —comentó Claire, quien estaba sentada al borde mi cama observándome cuidadosamente.

—Lo estoy —admití—, pero no me daré el lujo de demostrarlo.

—Deberías estar triste —hablo esta vez Elliot, observándome desde el marco de la puerta—, se va en unos días y ustedes se arriesgan en tener una cita, eso es raro.

—Raro es, que tu estés siendo pesimista —le recrimino.

—Solo espero que sepas lo que haces.

—Créeme, hermanito. Ahora más que nunca sé lo que hago.

—¿Y ya tomaste una decisión? —cuestiona enarcando una ceja.

Me volteo para mirarlo de frente. Sabía que su pregunta no solo estaba enfocada en mis estudios, sino que también se refería a Danniel, a lo que supuestamente teníamos y que pronto se acabaría. Tomar decisiones era una tarea difícil que requerían de tiempo suficiente, pero justamente tiempo era lo que menos tenia, por lo tanto obligue a mi mente, a mis sentimientos y por sobre todo a mi misma a tomar la decisión correcta o quizás, a creer que era lo correcto. Sin embargo, eso no seria un obstáculo para aprovechar en lo mas que pueda este día.

—Tengo una decisión —afirmé.

—De acuerdo —dijo, alzando sus manos en señal de paz, para luego salir de la habitación— Ah, casi lo olvido —volvió a reincorporarse y me miró riendo—, tu chico ya está afuera.

—¡¿Y me avisas recién ahora?! —exclamo azorada.

—Solo fueron cinco minutos —se excusa.

No tuve que seguir recriminándolo, ya que Claire se encargó de eso. Mientras que yo tomé mi chaqueta con rapidez para luego dirigirme a la puerta. Agradecía que mi familia no fuera de esas que espiaba detrás de las ventanas. Al contrario, mamá se encontraba en el trabajo, mientras que Claire y Elliot estaban en sus asuntos de una "casi pareja".