9. Una disputa entre dos rivales

3.4K 362 160
                                    

Haberle contado la verdad a alguien, se sentía como poder respirar aire limpio, una preocupación menos con la cual cargar. Era una sensación agradable e inquietante, porque a pesar de que seguía vestida de hombre, ahora, ellos me veían como una verdadera chica. Y ese era el problema.

Jonny parecía incómodo, su timidez ahora superaba todos los límites. Al parecer era cierto que nunca había hablado con una chica en su vida. Por otra parte, Azael había empezado a comportarse como si fuera mi hermano. Sin embargo, aún me sentía cohibida. Cada vez que alguien nos miraba, creía que me miraban específicamente a mí, quizás lo hacían, pero por el hecho de que muchos se enteraron del conflicto que tuvimos en la fiesta de anoche con Danniel. Pero para los ojos de todos en este colegio yo seguía siendo un chico más.

—Todavía no puedo entender —se quejó Jonny de manera sigilosa, adosándose con precaución a mi lado—, ¿cómo no me di cuenta de que eras una chica?

—Porque yo no lo permití —respondí con orgullo—. Además soy buena actuando.

—Yo creo que fue porque te faltó identificar —comentó Azael, llevando una mano pensativa a su mentón—. No tuviste mis consejos antes, y por eso no pudiste aplicar las operaciones de conquista —agregó con satisfacción.

Le di un golpe en su brazo, ya que el otro chico se había sonrojado en gran manera, pero mi golpe fue un fiasco porque Azael tenía los brazos muy firmes.

—Parece que tu reputación de mal conquistador era cierta —se defendió Jonny, provocando una mirada ofendida de parte del moreno.

—¿Así es como me agradeces?

—Me llevaste directo a los leones. Con suerte salí vivo de ahí —refutó Jonny con molestia.

—Te recuerdo que tu elegiste a la chica —repuso Azael victorioso.

—Con tus malos consejos —contraataco el otro chico.

Me reí abiertamente, pero enseguida me hicieron callar, debido a que mi risa era considerablemente femenina. Pero suficientemente notoria.

—No porque nosotros conozcamos la verdad, olvidarás que aquí eres un chico —me recrimino el Azael—. Desde ahora tienes que volver a ser Elliot.

Asentí avergonzada.

La hora del almuerzo en el casino era una de las más ruidosas. Se escuchaban conversaciones exageradamente masculinas para mi gusto. A mi lado Jonny y Azael se reían abiertamente, peleaban por quien devoraba más rápido la comida, considerando que era contundente, mientras que yo procuraba mantener mi comida a salvo de que sus hambrientos estómagos.

Hubo un ruido estrepitoso que llamó la atención de manera dramática. Una gran cantidad de chicos comenzaron a dejar sus comidas, aglomerándose en un círculo que estaba siendo acaudillado por dos chicos; uno rubio y otro azabache. Me puse de pie inquieta y al instante pude identificarlos.

Jonny y Azael se pusieron de pie rápidamente, y como si fuera un hecho de suma importancia se dirigieron al espectáculo. Obviamente no me iba a quedar ahí, así que los seguí.

Una ardua discusión estaba ocurriendo entre Danniel y William. Sus rostros denotaban enojo, austeridad, mando y un sinfín de expresiones fervientes. La barra de estudiantes se escuchaba sonoramente a favor de William, mientras que eso solo provocaba que la disputa se hiciera más exasperada.

—¿Ahora te dedicas a defender a los débiles? —soltó con disgusto Danniel, quien estaba siendo sujetado por su amigo.

—Defiendo a las personas que tienes mucho más valor que un desgraciado como tú —pronunció con énfasis William.

Fingiendo ser una de ellos [Completa] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora