El amor entre ellos dos surgió de repente, podrían ser la pareja más feliz del mundo, pero el destino es totalmente distinto porque su amor es prohibido...
Kagome está casada con InuYasha por compromiso, pero está enamorada de Sesshomaru su medio he...
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«Su sabor es exquisito».
Una voz interna le hablaba a Sesshomaru, como si tuviera vida propia, y así es... Se trata de Yako. Su bestia que al parecer anda inquieto desde que Sesshomaru se llevo el dedo a la boca con la escencia de Kagome.
—¡Silencio Yako!.
—Eso a Sesshomaru le ponía de mal humor, detestaba que se pusiera altanero y descontrolado esa energía demoniaca interna. Pues solamente lo deja salir en ocasiones especiales, nadie era digno para pelear en su verdadera forma demoníaca.
«¡Me fortalece tanta energía, tienes que probar más de esa energía Sesshomaru!». Su exitacón era bastante exagerada. «¡Me hace sentir más fuerte con el doble de energía».
—¿Aún quieres más?— pregunta Sesshomaru burlón.
«Acabo de descubrir mi nueva droga, los humanos lo llaman de esa manera».
Sesshomaru cierra los ojos burlándose. —¡Ja!.
«Ni la misma Kagura tiene ese sabor».
—¡Yako cálmate!.
«Es la verdad».
—Tal vez...
«¿Cuándo la marcarás como nuestra hembra?».
Sesshomaru se ha quedado mudo.
«Si tú no lo haces, lo haré yo».
—Estas pendejo, si es que lo permitiré.
«Sesshomaru alguien más podría hacerlo, y si lo hacen no podrás acércate a ella nunca más».
—Lo sé, pero no pasará, Kagome es absolutamente mía.
«¡Ja, imbécil en ocasiones eres muy confiado Sesshomaru».
—¡Soy el "Gran Perro Bestia" no debo preocuparme!.
Yako se enfado, desvaneció minutos después pero si volvía a tocar a Kagome probablemente ella estaría en problemas. Sesshomaru debía calmar a esa bestia cueste lo que le cueste, incluyendo si se tiene que alejar de ella permanentemente. No quería lastimar y ni siquiera sabía por qué. Nunca antes había despreciado tanto a su bestia interna.
Pasaron algunos días y Sesshomaru no iba a visitar a Kagome a su casa y ella empezaba a angustiarse. Probablemente él ya no tenía interés en ella y eso la frustraba al grado de estar sumamente distraída.
—¿Ocurre algo hermana Kagome?.
Ella dió un salto. —Si, si... ¿Por qué la pregunta?.
