IZUKU EL MAESTRO

CAPÍTULO 27: LA GRAN FINAL

   El colosal estadio resonaba con la reverberación de los corazones expectantes, ansiosos por presenciar la epopeya que estaba a punto de desplegarse frente a sus ojos asombrados. En el fragor de la gran final, ningún alma, ni siquiera la más sagaz, había osado imaginar que una joven sin quirk podría elevarse hasta lo más alto del torneo, enfrentándose con bravura a uno de los prodigios más destacados de la academia. Era un momento de la historia que se inscribiría en los anales del tiempo, un testimonio vibrante de que la fuerza del espíritu podía trascender cualquier limitación, inclusive la carencia de un don sobrenatural. La multitud aguardaba con aliento contenido, cautivada por la imprevisibilidad de la contienda que se avecinaba, mientras el destino aguardaba en la encrucijada, listo para coronar a aquel cuyo coraje resplandeciera con mayor intensidad en el ardor del combate.

   Con una voz que resonaba como un trueno en el aire, Izuku alzó su mano con un gesto que emitió una sensación de autoridad indiscutible. Los fuegos artificiales estallaron en el cielo, como heraldos del espectáculo que estaba a punto de desplegarse ante los ojos de todos los presentes. Con una determinación ardiente en su mirada, Izuku proclamó con una voz que trascendía la mera mortalidad:

-¡QUE COMIENCE LA GRAN FINAL, QUE SE ESCRIBA LA HISTORIA CON CADA GOLPE Y CADA PASO QUE DEN ESTOS JÓVENES TAN VALIENTES!-

   Sus palabras eran un llamado a la grandeza, una invocación a la bravura y la destreza que definirían este enfrentamiento legendario. Era el momento en que los héroes se alzaban, donde los destinos convergían y la grandeza se forjaba en el crisol de la batalla.

   El impacto de sus puños generó una ventisca que barrió el escenario, anunciando el choque de dos fuerzas indomables. En medio de la furia del viento, las miradas de Enerugī y Bisumasu se encontraron en un duelo de determinación y valentía. Con cada movimiento, el calor del combate aumentaba, envolviéndolas en una espiral de intensidad y emoción.

   Una vez más, sus ataques chocaron con un estruendo atronador, resonando como truenos en el campo de batalla. Los ojos fijos en su oponente, las dos jóvenes se lanzaron hacia adelante con determinación, cada una decidida a prevalecer sobre la otra. Un intento de rodillazo fue bloqueado hábilmente por Bisumasu, cuya postura firme y decidida desafiaba a su adversaria a superarla.

 -No sabía que una quirkless podría ser tan fuerte...- opinó Atomikku.

-Estás hablando con la pupila del símbolo de la paz...-.

-Vaya entrenamiento hiciste para que tuvieras esa fuerza... -dijo con sorpresa, mientras esquivaba un golpe de Bisumasu y contraatacaba con un rápido golpe de energía.

   Durante el intercambio de golpes, la energía en el aire era palpable. Atomikku lanzó una serie rápida de patadas en dirección a su contrincante, quien se movió con agilidad para esquivarlas, retrocediendo hábilmente mientras bloqueaba los golpes con sus antebrazos. En respuesta, Ki contraatacó con una combinación de codazos y puñetazos, pero Enerugi logró evadirlos con movimientos fluidos, retrocediendo unos pasos para mantener la distancia.

   La intensidad del enfrentamiento aumentaba con cada segundo. Atomikku lanzó un potente golpe con su quirk, que Bisumasu logró anticipar y esquivar por un pelo, sintiendo el viento que se generaba con el movimiento. En un rápido movimiento, la quirkless aprovechó la apertura y lanzó una serie de patadas hacia su oponente, cada una más veloz que la anterior. Enerugi, demostrando su destreza, esquivó ágilmente los ataques, moviéndose con gracia y rapidez para evitar cualquier impacto.

   El ritmo frenético del combate continuó, con ambos luchadores mostrando una habilidad impresionante en el arte del combate cuerpo a cuerpo. Cada golpe, cada esquive, era un baile de precisión y agilidad en medio del campo de batalla. Los espectadores observaban con asombro la destreza de ambos contendientes, preguntándose quién saldría victorioso en este emocionante duelo.