Primera vez. ¼

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La guarida yacía en completo silencio ante la ausencia de la pandilla, los chicos estaban haciendo sus rondas y trabajos asignados, así que Ash y yo nos encontrábamos en compañía del otro y tal parece esta noche iban a pasarla solos. Todos tenían algo que hacer.

Aslan había decidió quedarse cuidándome, además de sentirse algo cansado. Lo pude deducir por su expresión que era obvio, intentaba ocultar de todos pero podía ver ese deje de cansancio en las orbes verdosas que tanto atraían mi mirada.

En estos últimos días no sé como sentirme respecto a él, somos amigos pero hay ciertos sentimientos que me inundan cuando le veo, y ciertamente no sé como interpretarlos, tengo miedo. No de él, sino de lo que pueda pasarle y como mis sentimientos puedan influir o afectar a la situación.
Puedo intuir qué pasa y es lo que menos deseo, pues le regale mi amistad incondicional desde que me uní a su mundo, no quiero ser uno más, me aterroriza ser uno más.

Alguien más que cayó en sus encantos y que le piensa más allá de lo permitido. A veces sólo quisiera poder ser su amigo, sin sentimientos diferentes. No tengo segundas intenciones y no podría avanzar con el, no me atrevería, después de todo lo que ha pasado... no puedo. Lo menos que podría causarle es una decepción más.

Es tan bonito y frágil que siempre temo que se rompa, no físicamente, más allá. Su alma es delicada. Sé que en cualquier momento puede quebrarse o que lo está haciendo poco a poco. Y temo tanto no poder salvarlo, no poder ayudar a que su alma tolere un poco más de dolor para huir lejos de allí, para correr lejos del peligro, juntos.

Ahora mismo ni siquiera hablamos y me sigo sintiendo tan cálido a su lado, nunca nadie me había brindado la tranquilidad que este americano amargado me regala, sé que estamos en peligro y en cualquier momento alguien podría entrar, pero la tranquilidad no se mueve de mi pecho. Es como si pensara que estando con él todo se solucionara, de una u otra forma, se solucionará.

Pues con el todo es correcto, todo vale absolutamente la pena.

Si tan sólo pudiese acercarme más, si tan sólo fuese correspondido...
¿Qué se sentirá estar entre sus brazos?
¿Qué se sentirá tener sus labios sobre los míos de nuevo? Pero de forma consensuada y por pie de ambos.
Sentir su piel, acariciarla y besarla con cariño, poder mostrarle con cariños el inmenso amor que nace día con día dentro de mi. Hasta su olor me intriga o temperatura me intriga, hemos dormido en la misma cama sí, pero es muy diferente, cada uno se queda en su lado de la cama.

Aunque usualmente me quedo despierto hasta que el duerme primero para escuchar su respiración acompasada, eso me da algo de paz. Saber que está descansando. Pero no siempre logro conseguirlo, a veces el cansancio me vence sin más.

— Eiji, ¿deseas algo en específico para la cena? Puedo salir a buscarlo.— ofrece el rubio desde el sofa del frente, levantando la mirada del aparato electrónico.

La mirada castaña se fija en mi y soy observado con confusión, al parecer interrumpí sus pensamientos. Sólo busque hablar un poco, el silencio es cómodo pero a veces sólo deseo un poco más de el.

Volteo mi mirada fijandola en el lindo nipón que yace sentado frente mío, estaba en mi tableta investigando algunas cosas ocupado en el rutinario trabajo que ejerzo en la pandilla, mas no puedo evitar mirarlo un momento.

Es tan bonito, delicado y suave. Intento romper la conexión y el intento es tan inútil y débil que me burlo de mi mismo. No puedo, me mira tan hermoso como si valiese todo lo que ha hecho por mi, como si todo el riesgo que toma cada día al estar aquí valga la pena. No puedo evitar sentirme intimidado, la forma en la que me observa me causa vergüenza, siento que puede leer mi alma y temo por lo que vea, porque seguramente se horrorizaría, si viera mis secretos, mi pasado... todo se rompería. No merece tan poco.

𝐀𝐬𝐡𝐄𝐢𝐣𝐢 - N̶o̶t̶ ~𝙹𝚄𝚂𝚃 𝚂𝙴𝚇~Where stories live. Discover now