Beckengard II

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Para @lucy030302

Silena se sentó en el seco y terroso suelo de Asfódelos, miró hacia el techo tratando de hacer memoria, pero no podía concentrarse, porque cada vez que lo intentaba, su mente la dejaba, no sabía donde estaba, no entendía nada, no sabía quien era.

Así que se relajó, y duras apenas recordó su nombre. Silena Beauregard. «Soy una semidiosa, soy una semidiosa» se dijo para que no se le olvidara, recordaba vagamente el nombre de su madre, tenía algo que ver con los setentas y ochentas, algo de una afro...

"Afro...¿diario?" La cabeza le dolió. Respiró hondo. "Afrodita, mi madre es Afrodita" dijo en voz alta. "Soy Silena Beauregard, soy una semidiosa, soy hija de Afrodita... y yo..." Reprimió un sollozo. "Yo traicione a los dioses, a mis amigos. Merezco esto o algo peor"

"No creo que eso sea cierto" dijo una voz a sus espaldas. Una voz conocida, ¿por qué no podía recordar de quién era? "Eres buena, Silena Beauregard, siempre lo has sido" Era un chico de piel color chocolate y ojos color avellana, de angulosas facciones y grandes manos.

Silena trató de recordar, él era aquel chico mestizo, ¿cierto? Alguien del campamento. Alguien que ella traicionó. La expresión de la chica se volvió, si es que era posible, más melancólica. Seguramente él estaba ahí por su culpa.

"Lo lamento" dijo ella en un susurro que apenas entendió.

"¿Qué cosa?" A él le gustaba ella, pero había algo que desentonaba, algo en las sombras de sus largas pestañas, en sus rojos labios, en su sedoso y ondulado cabello, en sus pómulos, en su azul mirada; había algo que ella transmitía que no estaba bien. Una especie de tristeza y dolor que la estaba destruyendo, su figura parpadeaba, como si se debilitara.

"Gente murió por mi culpa, gente que-" la cabeza le dio fuertes punzadas y sus ojos derramaron lágrimas. Era difícil pensar en ello, hablarlo parecía una tarea imposible.

Silena se abrazó las rodillas y las apretó contra su pecho y lloró, derramó mil y una lágrimas por todos y cada uno de sus compañeros, podía no recordar sus caras, nombres o su carácter; pero recordaba como la cambiaron y como ella había hecho cambios en ellos, y la última no parecía la mejor manera.

Él se sentó a su lado y la abrazó, las traslúcidas lágrimas mojaban su traslúcida camiseta, sin embargo el no las sentía, solo el dolor que ella emanaba, y el amor que él sentía. "Gente que-" Silena tragó saliva, no podía decir la una de las palabras que antes más utilizaba, esa emoción le parecía tan irreal. "Gente que amaba" dijo lentamente.

"¿Que amabas? ¿Ya no lo haces?" Preguntó él con un matiz de decepción en la voz.

"Ni siquiera sé que es eso ahora" dijo ella bajando la mirada. Si no se equivocaba, Afrodita era la diosa del amor, y ¿ella como su hija no sabía lo que significaba?

"Y ¿hay alguien que realmente lo sepa? El amor es algo que se siente, no algo que se aprende. Algo que se desarrolla con las emociones, no algo que se adquiere o se canjea... es más, dudo que al amor sea algo" dijo él mirándola de una manera extraña, ella recordaba esa mirada, solo que no supo dónde la había visto antes.

"Quisiera poder recordar lo que se siente, lo que significa amar a alguien" dijo la hija de Afrodita mirando al la infinita oscuridad del alto techo de Afódelos, como el amor infinito del que alguna vez le hablaron, creando míticas historias de amores legendarios. Hubo un fugaz recuerdo, más bien una imagen, no, sentimiento, de algo que vivió.

"No tienes que hacerlo, puedes volverlo al sentir" dijo él mirándola directamente a los ojos, expresándole todo lo que no podía con palabras. Dandole todos los recuerdos que tenía en una sola mirada. Ella sintió fuego correr por sus venas, pero no era doloroso, era cálido y hogareño, como regresar a casa.

"Charlie..." susurró ella. "¿Cómo no lo vi antes? Oh, Charles, como lo siento" se sintió aún peor,  olvido al único al que amó.

"No es tu culpa" dijo el abrazándola con más fuerza, Silena escondió su cabeza en los fuertes hombros. "No es tu culpa" siguió hablando con voz tranquilizadora.

"Pero sí lo es" dijo ella apartándose de él. "Yo traicione a todos los que me dieron su apoyo, a todos a los que amo..."

"No sé porque lo hiciste, pero habrá sido por una buena razón, yo se que no tienes malas intenciones, Silena"

"Fue por lujuria, porque deseé tener algo que realmente no necesitaba, y que terminé por no querer" Miró al suelo frunciendo el ceño, estaba enojada consigo misma. "Quise un amor de papel, cuando tuve uno real justo frente a mis ojos todo el tiempo"

"Mejor tarde que nunca Silena. Creeme, no necesito estar vivo para sentirte, lo hice vivo, lo hice al morir, lo hice en Elíseo, lo hago ahora, y lo haré hasta el fin de las eternidades porque te amo, y estaré aquí para hacerlo, no me importa si estoy arriba o abajo, en llamas o bajo el agua, vivo o muerto. Siempre sentiré mientras este contigo"

"No sabes cuanto lo siento, Charlie; no puedo explicar el amor" dijo Silena. Beckendorf suspiró, tal vez no era el momento indicado. "Pero no necesito explicarlo hacerlo si puedo sentirlo" Ella se levantó y le tendió las manos, él las aceptó. "Te amo"

"¿Quisieras explicar eso?" Dijo Charles sonriéndo.

"No, solo quiero sentirlo"

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Hola, chic@s, no saben cuanto les agradesco por leer mis shots, adoro todos sus comentarios, votos y leídos. Subiré proximamente Leyna, Pipeyna, Piew (Piper y Drew, lel) y Tratie.

Escribí este capítulo porque creo que Silena y Charlie se merecen un mejor final, en realidad, creo que todos lo hacemos, merecemos ser perdonados, o, al menos, ese es mi punto de vista.

Seguramente nadie lee esto, pero me gustaría saber ¿a que otras fandoms pertenecen?

Si quieren que les escriba algo de cualquier personaje, solo miren otra de mis "obras". Hasta ahora nadie me ha pedido nada.

One Shots [En edición] (Percy Jackson/Heroes Of Olympus) Место, где живут истории. Откройте их для себя