La Máquina Rota (Caleo)

1.2K 94 10
                                    

5/9 Normal Life Shots
Lamento no haber publicado antes. :(

Leo corría a toda la velocidad que sus piernas le permitían, cargaba una pila de libros entre sus brazos, no quería dejarlos, a pesar de que le estaban haciendo el escape una misión imposible.

"¡Valdez!" Gruñó el bravucón que lo perseguía. Generalmente lo dejaban tranquilo, pero aquella vez Leo lo había humillado enfrente de la chica por la que el otro tenía un ligero flechazo.

"¡Lindos bóxers!" Le contestó Leo.

"¡Vas a morir!" Afortunadamente eso no sucedió, el chico tomó un pequeño atajo y desapareció en un callejón olvidado, en medio de dos derruidos edificios. Recargó su espalda en la pared y suspiró. Vio pasar a toda velocidad a perseguidor y su banda de monos con ropa.

"¿Por qué te perseguían?" Leo gritó al escuchar la pregunta a su izquierda.

Era Calypso Harrison, la había visto en la escuela, (tal vez demasiadas veces para enumerarlas). Leo le hablaba de vez en vez, cuando no era demasiado tímido.

"Dios, Calypso" dijo el latino, recuperando el aliento. "Me asustaste"

"¿Tan mal me veo?" Preguntó ella.

"¿Qué? ¡No!" Le respondió él, sacudiendo la cabeza efusivamente. "No te ves... Para nada mal" Leo se quedó corto, a sus ojos, ella era la chica más hermosa que pudo haber imaginado. Habían niñas lindas en su escuela, rubias esqueléticas, morenas voluptuosas... Todas ellas eran bonitas, pero Calypso... Ella era simplemente espectacular sin pretenderlo, lo que le daba un brillo de originalidad.

"Pues, gracias. ¿Me dirás porque te perseguía?"

"Oh, digamos que soy como el Robin Hood de la escuela, un Robin Hood latino extremadamente ardiente"

"Y supongo, que él es el príncipe Juan sin tierra" Leo se encogió de hombros, no había leído el libro, solo conocía a Robin.

"Tienes... Tienes una tuerca pegada a tu brazo" dijo ella tocando la extremidad del chico, en el punto donde tenía trazado el dibujo que se había hecho.

"Es solo marcador" respondió algo inquieto, los cálidos dedos de la chica apenas rozaban su piel, pero ya se le había erizado el bello.

"¿Por qué? ¿Significa algo importante?" A la poca luz que había, los ojos de Calypso, color caramelo, eran la única fuente de color que Leo distinguía.

"No, solo estaba aburrido en clase" respondió algo turbado, la mano de la chica seguía recorriendo su antebrazo, causándole escalofríos.

"¿Te gustan las máquinas?" Preguntó ella.

"Sí, digo no, digo sí" Leo sacudió la cabeza tratando de espabilarse. "Sí, quiero ser mecánico cuando crezca"

"Cuando sea grande yo quiero tener un jardín" dijo ella con entusiasmo casi infantil, él pudo ver como un lindo hoyuelo salía en su mejilla. "Que sea mío"

"Puedes tener uno ahora"

Calypso negó. "No tengo plantas, ni jardín, ni espacio" él asintió. "Pero, al menos tengo esto" la chica miró a todos lados con cautela. "Ven" lo guió por el lío de callejones y túneles que era la parte en de la ciudad en la que vivían. En el que Leo consideró que era el más sucio y horrible lugar, entre dos calles de mala muerte, se encontraba el sitio predilecto de Calypso, entre la jungla gris que era la ciudad, llena de pecados y dudosas ambiciones, había un pequeño parque, completamente solo, pero no vacío.

One Shots [En edición] (Percy Jackson/Heroes Of Olympus) Where stories live. Discover now