Octarachel

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Octavian entendía tan bien a Rachel Elisabeth Dare que a veces le daba miedo. Entendió porque terminó con él: es un idiota inseguro. Debo decir que después de la guerra, se arrogancia se fue al caño, por lo tanto, fue un milagro que Rachel lo notara. Me gustaría decir que tuvieron un amor largo y duradero, del cual se escribieran libros y fans de estos escribían pequeñas mini-historias...

Eso no fue lo que pasó. Solo puedo decir que él la amó, pero... ella aún así terminó con él, aunque, también debo decir que él creía cargar con la culpa. Tal vez debió de creerse lo que con tanto fervor anheló: que ella lo amará, tal vez después se pudo haber hecho realidad. Pero no hubo un después... al menos hasta donde yo sé, tal vez y esas fans aún tengan una posibilidad.

¿A quién engañaba? Pudo sentir su espírito romperse, el más sincero y seco sonido de las grietas que aparecieron en su corazón cuando le dijo: "Para que alguien pueda amarte, tienes que amarte tú primero" Supongo que tiene razón, ella siempre la tenía; es una de esas cosas que los chicos que quieren, tienen o tuvieron novia deben saber: la chica siempre tiene la razón... aunque no la tenga. Entonces, ahí lo tienen, buscando una sola cosa en todo su ser que amar... "¡seré tonto!" Pensó él. "¿Qué se supone que vaya a decirle? ¡Hey Rachel, amo mis ojos, ya puedes amarme! Pero que tontería"

Trató de decirse que estaba mejor solo; pero eso no puede ser, se sentió tan bien con Rachel a su lado, su cabeza recargada sobre su hombro, su aliento contra su piel, sus latidos en sincronía con los suyos y sus verdes ojos tratando de atrapar su escurridiza mirada, siempre lograndolo. Con ella trabajó mejor, era su motor, pero también su perdición.

Es cuando caminó hasta su cueva, no había nadie dentro pero no importaba... en realidad, no sabía que hacía ahí, despierto del ensueño en donde escribió una nota con tinta dorada y dejó un lienzo que apenas recuerda haber hecho de unas rosas... algo abstractas, llenas de color, vibraciones y el amor que ella le hacía sentir, había que admitir que la pintura le quedó bien, ¿quién diría que detrás de toda esa guerra, ambisión y sangre de poder existiría alguien quien pueda pintar algo tan simple al igual que importante como unas rosas?

La nota es en lo que, él pensó, no le fue tan bien:

Querida Rache.

No espero que entiendas lo mucho que te quiero, la velocidad con la que mi corazón bombea al verte pasar, viviría solo para verte suspiar o apartarte el cabello de la cara. Los dioses saben que te amo. Sé que me equivoqué, tal vez no merezco ser amado por alguien como tú... o por alguien en general. Pero, si llegas a leer esto, si no lo rompes en mil pedazos o el viento se lo lleva, quiero que sepas que seré afortunado de poder decirte lo que siento... o en este caso, escribirlo.
Un solo gesto tuyo me lleva a la locura; una sola sonrisa a dicipar todo mal sentimiento que pueda existir en mi alma; el verte llorar me hace llorar, porque la tristeza no debería existir en ti, tu bondad te debería exentar de las emociones que te dañan, dejando solo las correctas, para que puedas ser muy feliz. Y eso es todo lo que realmente me importa, que seas feliz, (si me amas sería mucho mejor, pero no puedo culparte por no hacerlo). Si algún día me pierdo, tu luz será mi camino de vuelta; si algún día me caigo, mis pensamientos sobre ti serán la mano que me ofrezca ayuda, si algún día he llegado a vivir... es gracias a ti. Tuyo siempre...

-Tu Tavi

Sin que el desendiente del dios del sol pudiera saberlo, Rachel Elisabeth Dare escribía una nota para Octavian, colándose a su hogar temporal en la cabaña de Apollo.

Querido Tavi.

Hola...oye, sé que soy terrible, pero es que... se escuchará extraño pero... no pude soportar como te crees induficiente para mí, nadie es perfecto, Tavi, ni tú ni yo, y nunca lo seremos. Aunque haya terminado contigo... me arrepiento, sé que suena estúpido, y que probablemente no me quieres volver a ver, no te culparía si lo hicieras... entonces, lo siento. Tal vez algunos piensen que escribir una nota de cariño es cosa de hombres, porque ellos son los que deben buscarnos, pero eso es una tontería.
El punto es: me gustas, y mucho... me atrevería a decir que te amo, todo lo que me haces sentir es increíble, el momento más común, lo siento como si fuera el más espectacular, sé cuando estás cerca porque, aún sin verte, mi corazón se acelera, (te juro que no tengo idea de donde vino eso, es lo más cursi que he pensado). Perdón, te amo... mi Tavi.

-Tu Rache

Justo después de dejar la nota en la cama de Octavian, Rachel salió corriendo lo más rápido que podía, no sabía porque se sentía tan nerviosa, tal vez era porque nunca quizo terminar con el decendiente de Apollo, o porque se sentía tremendamente culpable. Ese sentimiento fue peor al verlo acercarse a ella, parecía venir de la cueva de la chica, y de nuevo, como desde el día en que se separaron, ella no pudo verlo a los ojos. Pero él a ella sí, entonces caminó, todo decidido hacia Rachel.

Al verlo venir, las piernas de ella flaquearon, y por poco no se cayó de bruces. "Octavian" empezó ella. "Yo... lo siento..."

"Lo siento Rache, amo tu voz, pero este no es el momento para hablar" dijo él antes de besarla.

Tavi y Rache son los sobrenombres que se me ocurrió que Rachel le podía dar a Octavian y viceversa.

One Shots [En edición] (Percy Jackson/Heroes Of Olympus) Where stories live. Discover now