Percico

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Nota: Esto está escrito de manera que el final de Blood Of Olympus sea diferente.

El Campamento Mestizo fue invadido por una extraña calma, parecía como si miles de palabras, celebraciones, pensamientos, risas y agradecimientos se hubieran quedado suspendidas en el aire. Un semidiós yacía en el suelo, su cabello negro estaba más revuelto que nunca, tenía un feo corte en la mandíbula, sus ojos estaban casi sin vida y su ropa estaba hecha jirones, pero nunca se había visto más guapo.

"¡NO!" Esa fue la única interrupción en el silencio que reinaba en el campamento. Otro muchacho, de pelo negro también, corría en auxilio del otro. Derrapó al frenar de tan rápido que corría e hizo que el polvo se levantara. "¡Por favor, no!" Dijo al colocar la oreja en el pecho descubierto del malherido, en busca de una señal de vida. Latía débilmente. "Te pondrás bien, te pondrás bien" Decía más para si mismo que para el otro.

"No, no lo haré" dijo con voz ronca. Tosió y no se sorprendió al ver que lo que salía de su boca era sangre.

"¡Cállate! Tienes que ponerte bien. Muy pronto, estaremos en el lago de canoas descansando después de una jornada dura de entrenamiento" dijo con un sollozo, apartándose un poco de las sucias ropas del otro, para poder verlo bien a la cara.

"No trates de engañarme, todos tenemos un tiempo, y el mío ha llegado. Unas semanas pueden ser mucho, lo descubrí en el Tártaro.

El otro no pudo entender, el también había estado en el Tártaro, y no por eso tenía que ser su tiempo. "No entiendo"

"Si lo haces, solo que no quieres darte cuenta"

Tomaron sus manos, ambos rostros estaban llenos de lágrimas. "Te amo"

El otro se quedo pensativo, si era posible, lloró más. "Yo también; siempre lo he hecho, no se porque no me lo dijiste hasta hoy, ahora si quiero algo más de tiempo..." Su rostro se llenó de dolor y volvió a toser, esta vez el resultado fue peor que el anterior.

"¡UN DOCTOR, RÁPIDO!" Pero solo lo miraron tristemente y bajaron la cabeza.

"Se ha ido" dijo un chico de la cabaña de Apollo. "Ya no hay nada que podamos hacer"

Se volteó y miró al chico, seguía en el suelo, pero sus ojos estaban abiertos y lo miraron con dulzura. "Creo que nos han dado un poco de tiempo. No lo entiendo" Volvió a hacer una mueca. "Pero date prisa si quieres hacer un movimiento, porque no creo que a Hades le guste mucho el amor, y mucho menos si envuelve a su hijo... creo, no lo conozco mucho"

Se acercó lentamente y lo besó, los labios del herido sabían a sangre y a sal, pero no le importó, fue el mejor beso que alguien pueda tener. Y al igual que una promesa de que sus vidas podían mejorar, su beso se rompió, dejando que el hijo de Poseidón fuera de camino a los Campos Elíseos.

El hijo de Hades se encargaría de que nadie olvidará el nombre del chico al que amaba, el que, peleando con valor y temple, logró evitar las dos mayores catástrofes que la humanidad nunca vivió.

Nico di Angelo observó con dolor como el color se iba de la cara del campista, como sus verdes ojos, por una vez perdieron el brillo... y para siempre. Nico observó la muerte del cuerpo del su amor, Percy, pero también vio el nacimiento de la leyenda.

"Salve, Perseus Jackson. Quien merece ser llamado por su nombre, no por el de su padre. Salve al vencedor de Titanes y Dioses. Al héroe más grande" dijo gritando Nico di Angelo. "Salve al único que tuvo, tiene, y tendrá mi corazón" dijo entre susurros.

One Shots [En edición] (Percy Jackson/Heroes Of Olympus) Where stories live. Discover now