Capítulo X

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La silueta de su hermana mayor apareció como un destello en medio de esa inmensa oscuridad. Shinobu corrió hacia ella con la esperanza de que todo había acabado y que finalmente su amada hermana había ido a buscarla, pero antes de siquiera tocarla una barrera invisible le impedía el paso.

ㅡ¡Hermana!ㅡ. Shinobu gritó su nombre con la esperanza de que ella le escuchara.

De espaldas frente a ella sabía que Kanae la escuchaba, pero por más que gritara ella no la miraba.

"¿Por qué, Shinobu?"

Los gritos de Shinobu se detuvieron cuando escuchó esa dulce voz llena de tristeza y decepcion, de pronto se dio cuenta a qué se refería y cayendo de rodilla contra el frío suelo solo podía ver como la siluete de su hermana una vez más era tragada por las sombras.

ㅡ¡Kanae!

Sus ojos se abrieron llenos de miedo notando la oscuridad frente y el leve sonido de la lluvia en el exterior. Sus ojos se encontraban húmedos y su pecho dolía, Shinobu tocó su frente notando el sudor perlando su piel junto a una temperatura elevada poco usual. Tenía fiebre.

"¿Por qué, Shinobu?"

La voz de Kanae resonando con tristeza en su cabeza era lo único que recordaba junto con el amargo sabor en su boca que logró apaciguar con un poco de agua fresca de un recipiente que estaba en una pequeña mesita al costado de la cama. 

ㅡKanae...

El espíritu de su hermana la estaba atormentando, era cierto, ella hubiera deseado que viviera su vida libre de aquella obsesión que ahora la mantenía recluida como un animal para el deleite de su asesino. Patético. ¿Se arrepentía de sus decisiones? no, era lo único que podía hacer por Kanae, por su memoria y todo lo que fue en vida, su venganza necesitaba llevarse a cabo si quería ser perdonada por ella, por no salvarla, por no perecer a su lado.

"Quiero que crezcas sin preocupaciones, quiero que seas feliz, Shinobu".

Súbitamente sintiendo un horrible ardor en su pecho Shinobu comenzó a toser cubriendo enseguida su boca con sus manos, cuando la toz se calmó y pudo recuperar el aliento notó como sus palmas estaban salpicadas de su sangre.

Shinobu no se asustó al ver la rojiza mancha en sus manos, al contrario, sabía la razón de su precaria salud. Su cuerpo estaba siendo afectado por el veneno.

"¿Cómo se llama esta planta?"  

"Su nombre es muy complicado de pronunciar, pero según su traducción seria "La mariposa de sangre" ya que de ella crece una única flor con pétalos similares a las alas de las mariposas de un hermoso color carmín que es sumamente peligrosa para las personas, es difícil conseguirla ya que sólo hay una oportunidad de cosecharla antes de que se marchite junto a la planta madre, por eso es muy difícil de plantar ya que solo crece en un lugar donde descanse algún cadáver."

Kanae apoyándose de ese viejo y empolvado libro señalaba la que sería la flor de su relato, una hermosa flor que simulaba un par de alas de mariposas del mismo color de la sangre.

Shinobu había comenzado a prestarle interés a la botánica pese a su corta edad, algo que hacía sumamente feliz a Kanae quien a pedido de su madre se había dado el tiempo de enseñarle sobre ella en sus estudios complementarios.

"¿Significa que la flor puede matarte?"

"Puede hacerlo si no la manipulas de forma correcta, verás, el extracto de esta flor sirve como un potente afrodisíaco que curiosamente sólo los hombres pueden oler, aun no se sabe la razón, pero digamos que se usa para matar a los amantes, mientras más estes en contacto con el aroma y el extracto más negativos serán los efectos en el cuerpo."

"¿Amantes?"

"¡Te lo explicaré cuando crezcas!, por ahora debemos seguir estudiando."

Y sin más que decir Kanae se apresuró a arrebatarle ese libro a su curiosa hermana menor.

Había tenido ese flashback cuando al ir a la tumba de su hermana descubrió un brote de dicha planta creciendo pese a las adversidades, Shinobu asimiló que era un regalo para ella así que esperó pacientemente hasta que "La mariposa de sangre" floreció después de unos cuantos meses. Había cargado con ella hasta ahora cuando finalmente tuvo la valentía de preparar el extracto siendo consciente de lo nocivo que era para ella el estar tanto tiempo en contacto con el venendo, pero después de tanto tiempo lo había logrado, había conseguido la carta de su victoria.

Del interior de su ropa sacó un frasco que estaba colgado con un hilo en su cuello, en su interior un líquido color rojizo esperaba con paciencia para ser liberado.

ㅡSolo un poco más...

Shinobu se acurrucó en posición fetal bajo las sábanas y manteniéndose aferrada a ese frasco como si de un amuleto se tratara pudo volver a conciliar el sueño siendo arrullada por el sonido de la lluvia y la esperanza de que todo esto pronto terminara.

🔸

ㅡEntonces... ¿Qué dices?, ¿Te agrada mi idea?

Aprovechando el tibio sol de invierno Douma había ordenado preparar una mesa en el verde y húmedo jardín para compartir un poco de té en compañía de su pequeña. Shinobu frente a él un poco más recuperada de la fiebre de la noche anterior bebía con refineza de una taza de porcelana con una deliciosa infusión de hierbas.

ㅡNo entiendo la razón de que me lo preguntes sabiendo que si me niego, me obligarás de todos modos.

ㅡLo normal sería preguntarle a la mujer que amo si desea casarse conmigo.

Casamiento. Shinobu a esas alturas no sabía si la mente de ese monstruo podía ser más retorcida de lo que ya era, pero sin duda siempre la sorprendía.

Douma sonriente frente a ella esperaba impaciente una respuesta sincera de su parte, después de todo si iba a mantenerla cautiva junto a él bajo su voluntad sería mejor hacerlo con una ceremonia bendecida por él mismo, una boda.

ㅡSi me niego, ¿Aún así piensas tomarme?

Esos Bellos ojos arcoiris se abrieron producto de esa inesperada pregunta. Era cierto, él deseaba con su más bajo instinto tomarla incluso en ese mismo lugar, era algo que solía hacer con cualquier prostituta que se lo imploraba con la lengua afuera, pero Shinobu era esa flor que no deseaba mancillar todavía aún si su cuerpo luchara con el deseo que le provocaba hasta el más mínimo roce de su cuerpo contra el suyo.

ㅡNo creo que mejore tu idea hacia mi si lo hago de esa forma, en cambio si nos casamos podre poseerte todo lo que yo quiera ya que será una unión bendecida, ¿Tiene sentido?

ㅡPúdrete.

ㅡ¡Vamos, Shinobu-Chan!.. Me harías el hombre más feliz de este mundo si pudiera verte con un hermoso vestido tradicional, si supieras cuanto me entristece el que me rechaces de todas formas aún conociendo mis sentimientos, a demás debes recordar las vidas que cuelgan de tus mismas palabras.

Los ojos de Douma comenzaron a humedecerse, ¿Era en serio? En ese mismo segundo Shinobu deseo con todo su ser sacar esos ojos con sus propias manos, no tenía otra opción, como siempre solo le quedaba acceder.

Shinobu terminó suspirando resignada, no dijo nada, sólo asintió con la cabeza y Douma enseguida entendió esa señal ya que se levantó emocionado y se arrodilló frente a ella tomando su mano y llevándola a sus labios.

ㅡ¡Seras la novia más hermosa, te lo prometo!

Y de un momento a otro un extraño y reconfortante aroma inmundo la nariz de Douma causando que por breves segundos sus sentidos fueran enublecidos, sólo unos segundos bastaron pero Shinobu se dio cuenta de eso quien sonrió complacida. 


Obsesión - [El aroma de la muerte]Where stories live. Discover now