Capítulo 2.

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Bajo el manto estrellado y la luna brillante dos jóvenes militares contemplan su existencia, uno con la cabeza en el regazo del otro, el mayor con la cabeza apoyada en las piernas del menor era mimado por este mismo, que disfrutaba de pasar sus dedos suavemente por los mechones castaños de su amado. De vez en cuando suspiraban, era como si por un momento casi pudieran olvidar que estaban en tiempos de guerra, como si el mundo se detuviera sólo para ellos. 

El castañito se levantó lentamente y se sentó junto al azabache, pasó su brazo por el del contrario entrelazando así sus manos, para después apoyar su cabeza en el hombro de este mismo, bajándola con templanza. 

Hyung… 

—Dime, bonito...—Volteo a verlo con dulzura. 

—Y si… —Miró las estrellas y sonrió. —...Morimos y volvemos a nacer...
—Hizo una pequeña pausa. —...¿Crees que nos volveremos a encontrar?
—Levantó su cabeza y lo miró con ojos brillantes. 

—Estás diciendo disparates bebé. —Lo miró con seriedad. —Haz leído demasiadas novelas. 

El mayor hizo un tierno pucherito. Y el menor no pudo evitar derretirse de ternura. 

—Hablo enserio. —Bufo. 

El azabache lo observó y en su rostro apareció una pequeña Sonrisa. —Por supuesto que lo haremos. 

—¿De verdad? —El castañito respondió con alegría. 

—Si, seguiré buscando hasta encontrarte. 

—¿Y si estamos en distintos continentes? 

—Cruzaré por aire, mar y tierra para encontrarte. 

—Eres tan dulce. —El mayor se inclinó una vez más y volvió a recargar su cabeza en el hombro contrario. Suspiró un par de veces, tomó aire y se mordió el labio inferior para después sonreír. —Yo también te buscaré.  

Ambos vieron hacia las estrellas unos minutos hasta que una vez más elevó su cabeza mirando hacia su novio. 

—Prometeme que siempre nos volveremos a encontrar. —Elevó su pulgar esperando que el menor hiciera lo mismo. 

—Lo prometo. —Unió su dedo pequeño. 

—La promesa está hecha, Hyung, siempre nos volveremos a encontrar. 

Ambos se acercaron pegando sus frentes y al cabo de unos segundos sellaron su promesa como acostumbraban, con un dulce y tranquilo beso, que esperaban durará toda una eternidad.  

Taehyung estaba dormido cuando sus vecinos comenzaron a hablar, casi gritar, fuera de su apartamento lo que hizo que el castaño se despertara al momento. 

Una lágrima había recorrido desde su ojo perdiéndose en su oreja, pero él no pudo notar otra cosa que el reloj frente a su cama que marcaba las 8:00 am en punto. 

—¡Demonios! ¡Las 8:00! 

Se levantó apresurado y corrió a su baño para darse una ducha rápida, pero la prisa y el caos tuvieron que esperar cuando sintió como las lágrimas seguían rodando de sus ojos, recorriendo sus mejillas y desapareciendo finalmente en su playera. 

«¿Tuve una pesadilla?» Se preguntó a sí mismo mientras las limpiaba con sus delicadas manos viéndose al espejo. Intentó recordar el sueño, pero no estaba claro, ni siquiera podía reconocer los rostros de esas personas. Se concentró un poco más y pudo recordar un poco. 

Until we meet again - ILLEGAL LOVE 2 Where stories live. Discover now