"Un Hilo Rojo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, a pesar del tiempo, del lugar, a pesar de las circunstancias... El hilo puede tensarse o enredarse... pero nunca podrá romperse."
-¿Cómo pudiste dejarme? Sabes el miedo...
Un ratito después de que el pequeño castaño se había ido, el joven azabache despertaba de su profundo sueño.
Aún adormilado se estiró un poco, tocó sus hombros con las manos dándose un abrazo mariposa, tomó su celular y revisó no tener llamadas o notificaciones importantes, al darse cuenta de que no comenzó a tallarse los ojos con sus dedos, seguido de un enorme bostezo, cuando abrió los ojos repentinamente vio los papeles junto a él y la notita pegada en ellos.
"Encontré esto, perdón por devolverlo tarde"
Se sorprendió al leerlo y volteo a los lados intentando encontrar a la persona que lo había dejado. Retiro el post it del documento y lo observó con detenimiento, para después dibujar en su rostro una tenue sonrisa, después de un suspiro lo guardó en la bolsa izquierda de su camisa blanca. Se dio unas palmaditas en el pecho, justo donde está su corazón, el mismo lugar en el que guardó la nota.
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En el patio de la universidad algunas mesas y banquitas hechas de cemento yacían repartidas, en la del centro un pequeño castaño aguardaba con una enorme sonrisa y dos tuppers en la mesa.
Mientras observaba a su alrededor una joven alegre se acercaba con enorme emoción, pero no tanta como cuando vio las vasijas en la mesa, estaba eufórica e impaciente.
—¡Comida! ¡Necesito! —Intentó llevar sus manos a la comida pero fue detenida por Taehyung.
—Aguarda, esperemos a Gi-Chan.
La chica hizo un puchero y resoplo con decepción. —Esta bien, mientras me maquillare. —De su cosmetiquera sacó un delineador y comenzó a retocar su maquillaje.
—Sammy, Ya eres hermosa, ¿Por qué usas más maquillaje?
—Querido Tae, sé que soy bonita, pero siempre puedo ser aún más hermosa.
Eso provocó una gran sonrisa cuadrada en el rostro de menor y algunas carcajadas. Samantha sin perder detalle continuaba aplicando un poco de sombra en su ojo derecho, cuando repentinamente sintio un pequeño toque en su cabeza que la hizo asustarse un poco.
—Wooow, eres hermosa. —Dijo Gi-Chan.
—Hermosa Sammy, ahora muévete. —La empujó hacia la orilla para poder sentarse quedando a un lado de Taehyung, quien estaba en la banquita del otro extremo de la mesa.
—No hables tanto, llegas tarde. —Mencionó Samantha con desaprobación.
—Paren, paren, hice un sandwich de pollo con aguacate y uno de atún con tomate. Comanlos para que ambos tengan más energía.
Felices abrieron los contenedores con dos sandwiches deliciosos esperando a ser devorados, Samantha no lo pensó dos veces y tomó la mano de Taehyung.
—Oh Tae, ¿Te casarías conmigo? Prometo cuidarte, solo sé mi ama de casa. —Hizo un pucherito.
—¿Porque quieres que Tae sea ama de casa? Seguro quieres hacerlo ama de casa para encontrarle un marido. ¿Verdad?
