"Un Hilo Rojo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, a pesar del tiempo, del lugar, a pesar de las circunstancias... El hilo puede tensarse o enredarse... pero nunca podrá romperse."
-¿Cómo pudiste dejarme? Sabes el miedo...
Mientras Taehyung se arreglaba Jungkook se levantó a observar el apartamento, que era algo pequeño, el comedor, la sala y la cama estaban todos distribuidos en la misma habitación. Se acercó a una cómoda donde se encontraba una foto del menor, la cual observó con atención durante un momento, se dio la vuelta e iba a volver a la mesa cuando por esa puerta frente a él, apareció el dulce castañito, algo sorprendido de verlo ahí.
—Jungkook Hyung…
Jungkook se acercó a él peligrosamente y repentinamente elevó su mano hasta la cabeza de Taehyung, para así acariciar su sedoso cabello. Mientras su cara estaba a apenas unos 15 centímetros de distancia.
—Te lo dije, no hay necesidad de apurarse. Puedo esperar. —Lentamente deslizó su mano pasando sus dedos entre el cabello del contrario, pasando así al pecho del mismo para terminar tomando la corbata floja del menor, apretando suavemente, mientras estiraba un extremo, Taehyung miraba con atención las manos del mayor mientras se mordía el labio inferior, levantando después su rostro subiendo la mirada con cautela hasta posicionarse en los de Jungkook.
Suspiró con el corazón latiendo tan rápido que juraría que estallaria en ese mismo instante, y con esa hermosa sonrisa que aparecía cada vez que veía a Jungkook se limitó a decir;
—Vayamos a comernos.
—¿Dijiste comernos? —Levantó una ceja.
—Quise decir, vayamos a desayunar. Antes de que la comida se enfríe. Jejeje —Caminó hacia la mesa. Con Jungkook sonriendo detrás de él con una mano en su bolsillo.
Con el gran omelette al centro ambos palillos se encontraron y fue en ese momento justo cuando un recuerdo llegó a la mente de Taehyung.
«—El omelette… no tienes que comerlo, prometo que aprenderé a hacerlo para cocinarte por el resto de nuestras vidas.
Ya veras será muy muy delicioso.
El joven azabache frente a él acarició su cabello, entrelazando sus dedos con los mechones de cabello. »
—Tae, ¡Tae! —Jungkook gritaba mientras Taehyung hiperventiladaba con lágrimas rodando por sus mejillas. Se puso de pie se acercó al menor abrazándose a él. —Tae, estarás bien, estoy aquí contigo. —Lo abrazaba mientras acariciaba con dulzura su cabeza.
Después de algunos minutos Taehyung pudo reaccionar mirando hacia el mayor quien seguía consolando, pasó sus dedos suavemente por su rostro limpiando las lágrimas que seguían brotando. —Todo está bien. —Dijo con voz cálida y tranquila.
Taehyung limpio también sus lágrimas y con la voz aún ronca se dirigió hacia el mayor. —Empecemos a comer Hyung. —Paso sus manos por su rostro y suspiro para terminar de calmarse, mientras Jungkook volvía a su lugar frente a él con una mueca de preocupación.
Continuaron entonces comiendo, Taehyung espero a que fuera el contrario quien diera el primer bocado, y así lo hizo, apenas puso la comida en su boca cerró los ojos deleitándose con los sabores, mientras Taehyung lo miraba fijamente esperando la reacción.
—Está muy muy delicioso. —Sonrió.
Taehyung no pudo evitar sonreír, después del trago amargo, aún sentía su corazón regocijante de alegría. Sin embargo Jungkook aún estaba preocupado, mientras veía a Taehyung sorber la nariz después del llanto.
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