Capítulo 10: Insertados

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 —¿Se besaron?—preguntó Calum, alzando las cejas.

—No, Calum, él me beso. ¿Entiendes? Él lo hizo.

Luego de que Luke había dado el paso de besarme, habíamos estado besándonos por mucho tiempo. Parábamos a respirar y luego nos besábamos otra vez. Era extraño y adictivo, como si ambos hubiéramos esperado mucho para hacerlo y tuviéramos miedo de no poder hacerlo otra vez. Sin embargo, cuando decidimos que era suficiente de besos continuamos mirando la película de los Muppets con si nada de lo anterior hubiera sucedido, olvidando incluso la chinche. Luke antes de irse solo me había saludad con la mano.

Calum sacudió la cabeza y miró a su alrededor. Ambos estábamos tirados en el piso de su cuarto. Él boca arriba y yo boca abajo, con la cabeza hacia un lado para poder mirarlo. Mi mejilla estaba apretada contra la fría baldosa y me congelaba, pero no me molestaba.

—No pensé que quisiera hacerlo—confesó mi mejor amigo.

—Eras tú el que me decía que no afirmara que él no estuviera interesado en mí.

—Sí, pero no lo creía-cuando vio mi expresión, se apresuró a explicarse— O sea, soy tu amigo, tengo que decirte esa cosas. Alentarte. 

Me ofendió un poco que él no haya tenido fe en mí o Luke o quien fuera. 

—¿A dónde fuiste?—pregunté— ¿Lecciones de Amistad en algún programa estúpido de la tarde? 

—No, lo deduje solo.

 Calum rodó sobre su cuerpo y se sentó apoyando la espalda en el borde de su cama, enredó sus piernas adelante y me miró frunciendo el ceño.

 —Vaya, has madurado—dije.

Finalmente el morocho sonrió, como siempre que iba a hacer algún chiste o comentario que él encontrara gracioso. Era difícil no compararlo con un niño cuando eso sucedía.

—Excepto tú. Tú eres marica—dicho eso comenzó a reírse.

Él nunca me había dicho nada malo desde que yo le había contado lo que sentía con Luke, era el mismo amigo de siempre, pero a veces hacía bromas leves sobre eso. Estaba bien, yo también las hacía muchas veces. Era nuestra forma de comunicación, podíamos meternos con el otro, pero si alguien de afuera iba e intentaba dañar a alguno de nosotros, en seguida saltábamos con garras de leopardo. Solo nosotros nos podíamos meter con el otro. Y Luke, últimamente se había agregado Luke.

—¿Sabes?—pregunté, incorporándome y sentándome frente a él—. Aún me prenden las chicas.

—Tal vez te gusta de ambos lados.

—O Luke es un ser asexual.

Calum arrugó los labios, mientras tomaba su celular desde encima de la cama y comenzaba a jugar con él, dándolo vueltas entre sus dedos pulgar e índice.

—En realidad es bastante femenino la mayor parte de las veces. Es como una nena. Hasta yo podría salir con él.

—Sí, pero no lo harás-hablé antes de darme cuenta y mucho más brusco de lo que quería.

El morocho frente a mí alzó una ceja.

—Tranquila, gatita, sé que ese pedazo de pan es tuyo.

—Tú hablas así y luego dices que yo soy el marica, que te den, Calum.

Mi mejor amigo soltó su celular hacia la cama y se abalanzó sobre mí, logrando que cayera al piso con él encima de mí. En seguida comenzó a moverse e intenté sacarlo, pero él solo estaba haciendo mucha fuerza.

—¡Sal de arriba, Calum, esto es muy gay!

Calum se reía, pero de todas maneras no salía de encima ni dejaba de moverse.

—¡Mi mejor amigo me está violando!-grité.

Éste perdió la fuerza por la risa que le ocasionó mi comentario y, dando un empujón, pude llevarlo lejos de mi cuerpo.

—Te estaba gustando—murmuró él, asintiendo hacia mí con la cabeza.

—Mierda, eres tan raro.

—Sabes que me gustan las chicas. De hecho me prenden mucho.

Dando un suspiro, mi mejor amigo volvió a sentarse en el lugar en donde estaba. En cambio yo me acosté de nuevo con la panza en el piso y la mejilla sobre las baldosas frías.

—Espero que no dejes embarazada a ninguna.

—Claro que no, no lo hago sin protección.  

Asentí. Y me dediqué a mirar una hormiga que caminaba por el piso, no estaba yendo a ningún lugar, más que nada daba vueltas.    

—¿Necesitas tú, Michael?—despegué la mirada del insecto y lo observé, por su expresión ya podía imaginar a dónde estaba yendo— Cierto que no necesitas, pasiva.

—Cállate, Calum, es por tu propio bien.

—¿Qué podrías hacerme, pasiva?

—¡QUE NO SOY PASIVA!

De un tirón estaba abalanzándome sobre Calum para golpearlo. En realidad lo hacíamos muy seguido y generalmente ninguno de los dos salíamos lastimados. Calum siempre ganaba por el simple hecho de que él pasaba la mayor parte del tiempo libre entrenándose o jugando al fútbol,  mientras que yo solo me sentaba a comer comida chatarra, jugar videojuegos o aprovechar al máximo la cuenta en Netflix. Solo eramos dos adolescentes comportándonos como niños.

Así que yo había sido quien había iniciado la pelea, pero estaba perdiendo y solo tironeaba de los brazos de Calum para poder soltarme cuando sonó el timbre. Mi mejor amigo se alejó de mí como si quemara y me miró con sorpresa.

Al darme cuenta de que Calum estaba esperando a alguien salí corriendo de su cuarto y me apresuré para llegar a la puerta. Escuché a Calum hacer lo mismo que yo. No mucho tiempo después estaba abriendo la puerta de la casa de mi mejor amigo, sin fijarme quién era en la mirilla.

Del otro lado había un chico de cabello color ceniza y lentes de sol oscuros. El muchacho me miró un momento, luego se quitó los lentes de sol, revelando unos bonitos ojos color avellana. Dio una sonrisa y se le formaron hoyuelos en las mejillas.

—Hola, soy Ashton.

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 EXTRAÑABA A ASHTON(:

Pásense por Cryptic. No lean este, es una mierda:)

-Abby

                                                                                                                      


Never Underestimate A Blonde «Muke»Where stories live. Discover now