Capítulo 16: Vaivenes

5.1K 505 86
                                    

De alguna manera habíamos llegado al cuarto de invitados en el que dormía cuando me quedaba en la casa de Calum. Los ojos y el cabello de Luke se veían aún más claros en contraste con el gris opaco de la colcha. Lucía hermoso, con mechones pegados en la frente, los ojos apretados y los labios entreabiertos, diciendo cosas que yo no llegaba a entender.

No estaba pensando en lo que hacía, como siempre. Sin embargo un rincón de mi mente decía que estaba actuando como lo que yo era: un inmaduro que huía de las cosas que lo asustaban. Porque aunque no quisiera aceptarlo, lo que estaba haciendo era huir de la conversación que debíamos tener. Sí, Luke había iniciado todo, pero yo no me había detenido aún sabiendo que había muchas cosas por decir, disculpas que pedir, gritos que dar.

Luke y yo nos encontrábamos en un vaivén, literal y figurativo. Cuando las cosas parecían ir bien las empujábamos hasta el final, logrando hacer retroceder lo que habíamos avanzado. Y yo era el principal culpable de eso. Yo y mi capacidad para arruinar todo.

Podía sentarme y pensar en lo que sentía y pensaba, sin embargo me dedicaba a ser como un pato: un paso, una cagada. Solo por no sentarme a reflexionar (y no era porque no me sentara, de hecho lo hacía bastante seguido).

Aunque otra parte de mi cabeza lo hacía porque me gustaba esa sensación de creer tener demasiadas cosas dentro que necesitaba liberar, de las manos tirando las sábanas del colchón, de la piel ardiendo a lo que parecían ser mil grados, de casi no poder evitar soltar palabras y sonidos que tal vez ni yo mismo entendía.

Me gustaba demasiado que eso sucediera con Luke.

Finalmente me dejé llevar, sin pensar en lo que estábamos generando, sin pensar en nada más que no fuera el cuerpo de Luke fino y larguirucho bajo el mío. No recuerdo cuando me dormí, pero recuerdo que antes había mucho silencio, uno casi aplastante y bastante cargado de temor y duda.

Cuando me desperté lo primero que vi fue a Luke sentado en el borde de la cama, dándome la espalda y poniéndose la camiseta. Tal vez sintió que me había despertado porque giró la cabeza y me miró directamente a los ojos. Tenían un brillo muy parecido al que habían tenido cuando me vio besando a Ashton.

-Luke...

-No debimos hacer eso-me cortó.

-Ya sé. Perdóname, no debía dejar que sucedier...

-No es tu culpa-volvió a cortarme (últimamente lo hacía mucho), se acomodó para quedar más frente a mí y pasó una mano por su cabello despeinado-. Yo debí haberme controlado, supongo que se me fue de las manos.

Me encogí de hombros, levantándome para sentarme con la espalda en la pared, tirando de la sábanas para cubrirme hasta el mentón. Me sentía sucio, no por Luke sino por mí mismo.

Habíamos vuelto a arruinar las cosas, aunque esta vez no era culpa enteramente mía, pensé que era un egoísta por hacer que ese conocimiento me calmara un poco.

-Perdóname-susurré, mirando hacia las sábanas oscuras.

-¿Qué es lo que sientes?

Negué con la cabeza antes de responder.

-No lo sé. Perdón.

El rubio suspiró con algo de frustración y se inclinó para lo que supuse era ponerse sus zapatillas. No pude evitar mirar su espalda baja, rodeada por esos ajustados jeans y un cinturón negro fino que nunca antes había visto.

-Siempre estás pidiendo perdón, Michael-espetó sin mirarme-. ¿Qué es lo que quieres hacer? Por que ya no quiero hacer conjeturas. ¿Quieres llevar esto a algo serio? Para eso deberías ponerte a pensar un poco y hablar conmigo. ¿Quieres que sea simplemente un "toco y me voy"? Bueno, entonces también debes ponerte a pensar y luego hablar conmigo. ¿Quieres que seamos amigos como antes? Estás bien, seamos amigos como antes. Pero deja de hacer cosas impulsivamente, deja de actuar de una forma un momento y al siguiente de una manera totalmente diferente.

Cada vez hablaba más alto y hacía más gestos con sus manos. Terminó mirándome sobre su hombro, esperando que dijera algo.

-Necesito, necesito... necesito algo de tiempo-balbuceé.

Eso era todo lo que quería en ese momento. Un espacio para respirar y dejar que los pensamientos fluyeran solos, desconectarme de todo lo que me confundiera. Aflojé mis dedos en la sábana y ésta cayó de mi barbilla hasta mi pecho.

-Está bien, Mike-habló de una manera suave, como alentándome para que hiciera lo que sintiera. Esa era una de las cosas que me gustaban de Luke: no importaba lo que sucediera, él siempre iba a querer lo mejor para los que quería. Luke tenía cariño mucho más que orgullo-. Tómate tu tiempo, pero por favor déjame solo mientras tanto. Piensa, está bien que pienses, es lo que necesitas, lo que también necesito yo.

Se inclinó hasta mí y dejó un casto beso sobre mis labios. Luego se levantó y comenzó a caminar hacia la puerta. Sentía que mis ojos estaban picando, pero no iba a llorar, no iba a hacerlo.

-¿Vas a estar enojado conmigo siempre?-murmuré.

Por un momento pensé que él no me había escuchado, pero se detuvo y lentamente se giró hacia mí.

-Besé a Ashton porque estaba intentando entender lo que estaba pasando en mi cerebro.

-No estoy enojado contigo-respondió con tranquilidad-, sé que las cosas no las haces a propósito, simplemente eres un poco idiota-sonrió levemente, haciéndome imitarlo-. Estoy lastimado, Mike. Y cansado. He aguantado muchas cosas que has hecho y muchas de ellas me dolieron; pero ahora he llegado hasta el final. Por un momento quise volver a cuando nos mirábamos mal en los pasillos del instituto.

Me dolió un poco la última parte porque recordar eso producía que me enojara conmigo mismo por ser tan terco y descerebrado.

-Estuvimos tirando demasiado de algo incierto y entreverado-continuó-. No sé cuándo comencé a sentir algo diferente por ti que no fuera cautela, pero también me mareó como lo hizo contigo. Creo que es el momento de parar un poco. Ambos debemos detener la vuelta un momento, dejar de avanzar y retroceder, no estamos llegando a ningún lado. No quiero que todo se estropee contigo. Me importas, más que como un amigo o un hermano o un compañero de clases. Me importas, Mike, por eso llegué hasta aquí.


Never Underestimate A Blonde «Muke»Where stories live. Discover now