Obsesión (Chucky x tn)

5

— ¿Andy?

— Si, el niño

— Estaba en la estación de policia, le harán una evaluación psiquiátrica, no sé si siga ahí eso fue hace un par de horas, pero no digas que te lo dije no quiero meterme en problemas

— ¿¡Evaluación psiquiátrica!? Sam te llamo después — Eso era mentira, yo nunca le llamaba primero

Pero que voy a hacer, ¿En qué lios me metí? ¡me llevarán a prisión por hacerme pasar por una psiquiatra!

Estaba teniendo una crisis nerviosa cuando escuché que tocaron la puerta.

— ¿Quién puede ser? No ve que estoy en medio de uns crisis

Era raro que tocaran la puerta, todos mis conocidos llamaban antes de venir a mi casa, me quede en la sala viendo la puerta algo me decía que no la abriera y estaba en lo cierto Chawder comenzó a ladrar. Abrí la puerta y no había nadie, mire hacia abajo y ahí estaba, sentado, era Chucky.

— ¿A quién miras tanto?

Casi muero del susto, al escuchar esa voz, era mi hermano.

— ¡No me asustes!

— ¿No te alegra verme?

— Solo hubieras llamado antes, pasa — abro la puerta completamente para dejarlo pasar

— Entonces no seria una sorpresa, además mira te traje un regalo — me da una caja, la miro por unos segundos y dudo antes de abrirla, la última caja que recibí tenia un muñeco maldito.

Después de meditarlo abrí la caja.

— ¿Una camará?

— Sip, para tu trabajo, ya sabes — sentandose en el sofá

— Por cierto, ahora soy directora general

— Hermanita, tenemos que celebrar, compraré cosas para hacer una rica comida, ¡no tardaré!

Tom sale corriendo hasta que escucho que tocan la puerta nuevamente, conociendolo se debio haber olvidado de algo.

Abrí la puerta y solo estaba Chucky, lo único que pensé en ese momento fue cerrarle la puerta en la cara.

— ¡Abre la maldita puerta!

Maldigo mi curiosidad, en ese instante mi cuerpo se movia solo, mi curiosidad no me dejaría tranquila hasta saber que queria de mi, abrí la puerta y lo dejé entrar, él paso como si nada a mi sala y se sentó en mi sofá. La curiosidad me seguia matando.

— Sientate - señalo el suelo

No sé porque obedecí, ni siquiera Chawder me obedecia, me senté en el suelo frente a él.

— ¿Así que tu eres la loca que siempre me seguia?

— ¿Loca?

— No haces bien tu trabajo, siempre me daba cuenta de que me seguias...

— Espera yo... — como es costumbre mia, lo interrumpí

— Callate, no me interrumpas... quería preguntarte ¿qué hiciste con el cadáver que dejé en tu sala? — me miraba esperando una respuesta

— ...

— ¡Contesta!

— Si, este, yo... lo ¿enterré?

— ¿Por qué demonios dudas?

— Lo entrrré

[...]