Secretos

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El doctor Foley se había llevado a Nica a su terapia.

El hombre se encontraba parado enfrente de Nica, recargado sobre su escritorio.

—¿Qué pasa Nica? —pregunta aquel doctor al ver a la castaña más perdida de lo que debería estar.

Su estado actual era hipnotizada, algo que Foley solía hacer con las pacientes que considerava atractivas.

—Chucky esta atrás de usted.

Sin importarle lo que dijo la chica, tomandola por loca, se acerco a ella para besarla.

—He extrañado nuestras sesiones ¿tú no?

—No.

—Claro, no puedes recordarlas.

Foley regresa a su posición recargado sobre el escritorio, no paso ni un segundo cuando los vidrios de una botella cayeron al suelo, Chucky había estrellado una botella en la cabeza de Foley, haciendo que este se desplomara en el suelo.

—¡Doctor Foley! Es hora de las medicinas de Nica.

Entre a la oficina sin importarme nada, yo tenía que sacar a Nica de ahí para ayudarme a conseguir respuestas como fuera. Pase mi carrito completamente y cerre la puerta, en una de mis manos se encontraba mi navaja, que solo usaría si las cosas se descontrolaban. Esperaba una respuesta de parte del doctor pero no, encambió oí la voz del pelirrojo.

Mire al frente.

—Mierda ¿y a mi me dicen enfermo? Este tipo es... es ¡diabólico! Digo, hace un gran trabajo, estoy un poco celoso.

—¿Chucky?

—¿¡Tn!?

—Nica —dijo la castaña en un balbuceo apenas audible.

El pelirrojo bajo del escritorio en donde estaba para acercarse a Nica, tomando uno de los vidrios del suelo.

—¿Qué mierda pasó aquí? —pregunté, acercandome a la escena del crimen.

Guarde mi navaja, las cosas habían dado un giro.

—Nada. —respondió el pelirrojo con su típica arrogancia.

—Dime, ¿qué mierda pasó? —volvi a insistir.

—Hazlo, sabes que lo quieres.—habló el pelirrojo ignorandome, dirigiendose a Nica que no le respondia, encambio solo se le quedaba viendo. —Es hora de unirte al maldito club.

—¿Qué significa eso?

Al hablar, Chucky dirigio su atención hacia mi, con una mirada de fastidio.

—¿Qué haces aquí, querida? —cruzandoce de brazos.

—Bueno, yo...

Al parecer ambos evitabamos las preguntas del otro.

—...Por si lo olvidas me estoy haciendo pasar por una enfermera, venia a darle su medicina a Nica.

Gran respuesta, soy una genio.

—No es hora de la medicina. Acaso estas, ¿mintiendo?

—¿Y qué hay de ti? —Esta vez soy yo la que se cruza de brazos.

El pelirrojo amplia su sonrisa, para después decir una única palabra.

—Touche.

—Lo mismo digo.

Ambos decidimos dejar nuesrro interrogatorio para más tarde, se convertiría en una pelea que no nos llavaría a nada, solo nos estancaríamos.

Tome a Chucky y lo coloque en mi carrito para después dejarlo en una de las habitaciones.

Obsesión (Chucky x tn)Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu