Obsesión (Chucky x tn)

Platos rotos

Ya habia pasado una semana, me habian quitado mi celular, Jennifer habia salido ya desde hace tres días. Ayer compre un boleto de avión tenia que ir a Nueva York a aclarar este asunto, no habia tiempo de avisarle que me iba, después de todo solo iba y venia ¿fácil no? Nunca se daría cuenta, era muy temprano en la mañana, me aliste y también a los niños, después de dejarlos en la escuela me iria.

Al regresar, con la primera persona que fui fue con Anna.

—Tn, creí que algo malo te habia pasado —me abraza y yo correspondo

—No nada de eso —solo me tienen secuestrada y me acabo de escapar ¿quién diria que fue tan fácil? —Es que yo decidí tomarme un tiempo

—David estuvo muy preocupado por tu ausencia

—Dile que... —que momento tan desisivo, realmente podía irme con David a una isla o a otro continente, yo que sé. Me quedé pensativa unos segundos, mi plan era volver a esa casa, aún no tenía información sobre Chucky —Anna —la mire fijamente y con la más seriedad que tenia dije —Terminalo por mí —me voltee y comenzé a caminar, hora de huir, comenzé a correr y Anna también

—¡¿Qué diablos Tn?! ¡Ven aquí!

Anna terminó tacleandome, por lo que le conté todo y cuando digo todo fue todo, creí que seria un buen momento, además de que no la volvería a ver. Ambas estabamos sentadas en las escaleras.

—Era más creible decirme que querias irte a vivir la vida de soltera loca a que hace años en el día de tu cumpleaños recibiste un muñeco chico bueno que termino siendo un asesino muy conocido y que terminaste en un largo viaje que acabo en una escuela militar en donde mataron a la verdadera tú y pasaste tu alma al cuerpo de alguien más, cierto se me olvidaba, te enamoraste del muñeco

—Creo que sí, después de todos estos años creo que sigo sin saber mentir

—Sea cual sea la razón esta bien, pero voy a extrañarte —te abraza

—Eres la mejor

—Pero tu tienes que terminar con David

—Vete a la...

[...]

Anna tenía razón, ahora me dirigia a mi casa para recoger algunas cosas y terminar con la relación que tenía. Salia al estacionamiento cuando alguien me cubre la cabeza, lo siguiente que supe era que estaba en un auto.

Un viaje muy largo después.

—¿Qué mierda? —me quitan el saco de la cabeza, vi a mi alrededor y era... ¡La sala de Jennifer! —¡¿Qué demonios te ocurre?! —grité enojada, Jennifer estaba parada en frente mio con los brazos cruzados

—No creias que podias irte asi de fácil, sabes nuestro secreto. Agradece que no estas muerta —comenzó a caminar —A demás nesecito que me ayudes con algunas cosas, no puedo salir y matar a quien quiera, tengo que tener cuidado o mi reputación se vendrá abajo —se sento en el sillón y... sus hijos la miraron negando con la cabeza

—¿Matar? —hay mierda, ella también es una asesina, creí que solo lo eran sus hijos, más Glenda, y ella solo era una madre amorosa tratando de encubrir y protejerlos, pero me equivoqué. Claro, como no.

—Por casualidad ¿Cual era el secreto que sabias? —me pregunto

—Asi que tu también eres una asesina —pero en que familia de locos me vine a meter

[...]

Ya habia pasado unos dias aquí, me gustaria decir que ya me estaba acostumbrando, pero no es así, me pasaban cosas muy extrañas, como que mis cosas desaparecian, al principio creí que eran los niños, les pregunte y solo se miraron, como si ellos supieran lo que pasaba pero no quisieran decirme asi que se terminaron hechando la culpa, y cuando les pregunte que si podian regresarme mi cartera se fueron sin decirme nada. Muy sospechosos, pero algo me decia que eran inocentes.